Llevar a un bebé en verano es mucho más agradable y fácil que en cualquier otra época del año: sin depresión otoñal, resfriados invernales y caminos resbaladizos, sin beriberi primaveral. Sin embargo, esta época del año generalmente maravillosa también tiene sus propios peligros ocultos que la futura madre debe conocer.
Lucha contra la hipoxia
El oxígeno es vital para todas las células de un organismo en crecimiento, pero ante todo para el cerebro del bebé. De hecho, gracias al oxígeno, las células de las migajas respiran y se proporcionan energía para una mayor división, lo que significa para su crecimiento y desarrollo, para la formación de órganos internos. El problema es que durante la estación cálida, el contenido de oxígeno en la atmósfera disminuye. Esto significa que aumenta el riesgo de falta de oxígeno del bebé: hipoxia fetal intrauterina.
- Beba cócteles de oxígeno y agua mineral oxigenada.
- Si lo aprueba el ginecólogo que lo atiende, lleve consigo una lata de oxígeno. Úselo cuando sienta que le resulta difícil respirar o cuando el bebé está pujando más activamente de lo habitual. Si ocurre tal caso, asegúrese de comunicarse con el médico de la clínica prenatal.
- Intente pasar los días calurosos fuera de la ciudad, porque en esos momentos aumenta la concentración de sustancias nocivas en el aire, ¡no necesita respirarlas!
- Tome un baño de aire todos los días: camine en casa sin ropa durante al menos 15-20 minutos, deje que su piel respire. Después de todo, este es un órgano grande de tu cuerpo. Deje que la sangre se sature de oxígeno a través de sus poros y llévela al niño.
- Camine al aire libre por la mañana durante al menos 1-1,5 horas, cuando el aire aún no se haya calentado y no se haya vuelto sofocante.
Masaje con hielo
En verano, para "revivir" las piernas cansadas, aliviándolas del dolor, la pesadez y la hinchazón, límpielas con trozos de hielo con infusión de menta.
- Siéntese cómodamente con la pierna levantada o en un banco.
- No tome años con los dedos desnudos, se derrite rápidamente. Envuélvalo en una servilleta, dejando libre solo la superficie de trabajo. Acaricia la piel, empújala en línea recta (de arriba a abajo), en el sentido de las agujas del reloj y con movimientos en zigzag.
- Trate el pie, la parte inferior de la pierna y el muslo, primero de una, luego la otra pierna, dando cada zona durante 2-4 minutos. No importa cuánto aman las venas el frío, no se pueden enfriar durante más de 5 minutos, de lo contrario habrá un estrechamiento persistente de las venas safenas.