El principal error de los padres es que comienzan a regalar juguetes costosos temprano, con la esperanza de que un niño pequeño, al darse cuenta del valor de una cosa, comience a valorarla y a tratarla de acuerdo con su precio. Nada de eso, para él este es otro juguete.
Su tarea es asegurarse de que su palabra para el niño tenga autoridad. Es deseable que lo nuevo no esté del todo a su disposición, sino con determinadas condiciones. Por ejemplo, "aquí hay un auto nuevo, pero jugarás con tu hermano, y si está por ahí, lo tomaré".
Y cumpla sus promesas. Si lo ve por ahí, tómalo y escóndelo. Créame, la próxima vez no se olvidará de volver a colocarlo en su lugar. Estas reglas deben aplicarse no solo a un juguete en particular, sino también a todas las demás cosas.
Sin embargo, si el niño solo tiene la manía de romper algo, arrojar algo, entonces dele juegos al aire libre, déjelo que arroje energía y cuando se canse de moverse, intente involucrarlo en el trabajo manual. Será una pena hacerlo tú mismo, solo tómalo y rómpelo.
El niño mismo debe darse cuenta de que esto o aquello debe protegerse y siempre debe estar en su lugar. Sea un ejemplo para su hijo para que pueda ver que sus cosas están siempre en su lugar, bien dobladas, sanas y salvas.
El niño copia el comportamiento de sus padres, no en vano dicen que los niños son nuestro espejo. Cuando su hijo aprenda a manejar las cosas correctamente, puede darle cualquier cosa y en total propiedad.