Nuestra conciencia de la vida de un niño a menudo se basa en lo que escuchamos de él. Por supuesto, nos esforzamos por controlar cada área de la vida en la que gira, ya sea en la escuela o en el ocio, pero a veces simplemente no hay tiempo suficiente. Y se convierte en una verdadera sorpresa para nosotros que en algún momento el niño de repente no quiera aprender. Pero no hay lugar para las emociones, la crianza y la regulación de la vida del niño es un proceso largo y responsable, que debe abordarse con el mayor cuidado posible y no impulsarse por las emociones.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, debe averiguar el motivo de esta oportunidad. No se pueden hacer preguntas "de frente", esto puede asustar al niño y alejarlo de una posible sinceridad, si es que realmente tiene problemas. Espere el momento en que el niño esté más dispuesto a entablar una conversación, tal vez la inicie él mismo.
Paso 2
Una vez que la conversación haya fluído hacia un canal de confianza, hágale algunas preguntas importantes sobre cómo le está yendo. Empújalo un poco para que responda a tus preguntas, pero no presiones demasiado, esto solo lo ahuyentará. No dé consejos, pero no permanezca indiferente: simpatice con las palabras, deje en claro que lo comprende.
Paso 3
Como regla general, las principales razones del declive en el interés por el aprendizaje pueden ser tanto las malas relaciones con los compañeros como las tensas relaciones con los profesores debido al bajo rendimiento académico. En el primer caso, debe ajustar psicológicamente al niño a la resolución normal de conflictos y, si es necesario, participar de tal manera que el niño no sepa de su intervención.
Paso 4
En el segundo caso, es necesario hablar con el maestro del niño y, si es necesario, contratar a un tutor. A veces sucede que debido al bajo rendimiento académico, se crea un desequilibrio en un niño: de repente quiere saber todo, pero no quiere aprender. En este caso, vale la pena trabajar con él en un plan de acción específico, en el que entienda claramente qué está haciendo en cada momento y a qué se dedica su siguiente paso. No levante varios artículos al mismo tiempo; corre el riesgo de que el niño trabaje demasiado.