Entre la enorme variedad de ropa infantil para todos los colores, gustos y rangos de precios, es fácil confundirse. Los padres, sucumbiendo a las tendencias de la moda o comprando indiscriminadamente toda la colorida dote infantil, muchas veces no saben cómo vestir adecuadamente a sus hijos.
Instrucciones
Paso 1
La regla básica es vestir a los niños según el clima. No solo la comodidad depende de esto, sino también la salud de su hijo. No cometa el error común que cometen muchos padres: no envuelva a su hijo. Los niños que visten demasiado abrigados tienen más resfriados que los niños pequeños que visten con ropa ligera.
Paso 2
En la estación cálida, un vestido delgado o pantalones cortos y una camiseta son una excelente opción para caminar. En caso de viento fresco, puedes traer una chaqueta ligera. Asegúrese de cuidar un tocado para su hijo para que el sol no le hornee la cabeza. Fuera de temporada, la mezclilla es un verdadero salvavidas. Es bastante denso, cómodo y funcional. Un suéter abrigado, una chaqueta y botas cómodas complementarán el atuendo de mezclilla, y ahora el niño está listo para caminar. El invierno es la época de los monos ligeros, de fibra hueca, thinsulate o de poliéster acolchado. Protegen bien de las heladas, son hipoalergénicos y resistentes al desgaste.
Paso 3
Asegúrese de que la ropa le quede exactamente al niño. Memorice o anote todos los tamaños de niños. Antes de comprar, deje que el joven fashionista se pruebe lo que le gusta. Asegúrese de que las costuras no se froten y que la ropa no cuelgue ni se golpee en ninguna parte.
Paso 4
La ropa de los niños no solo debe ser elegante y hermosa, sino también de alta calidad y segura. Revise todas las costuras, cremalleras y cierres. Dé preferencia a las cosas hechas con materiales naturales y respetuosos con el medio ambiente. Además, la ropa debe ser cómoda, funcional y duradera. Los niños se mueven mucho y se ensucian todo el tiempo, por lo que las cosas deben ser duraderas y fáciles de limpiar.
Paso 5
La ropa de los niños es brillante y alegre, pero vestir a un niño con todos los colores del arcoíris todavía no vale la pena. Inculca en él el gusto y el sentido del estilo desde una edad temprana.