Cada madre, con un niño bajo su corazón, imagina cómo será cuando nazca: hermosa, inteligente, amable. Pero algún tiempo después del nacimiento del bebé, resulta que habrá que trabajar en el segundo y tercer punto.
No eduques a tu hijo, seguirá siendo como tú. Edúcate tu mismo
El ejemplo personal debería ser la base para criar a un niño. Los niños siempre copian el comportamiento de sus padres en todo, por eso debes tener mucho cuidado en tus palabras y acciones.
La primera lección de bondad y compasión debe ser el manejo cuidadoso de juguetes y mascotas. Si ve que un juguete de peluche se ha caído, asegúrese de recogerlo de inmediato y tenga piedad. Invite a su bebé a sentir lástima por ella de la misma manera. No arroje, no arrugue, no coloque juguetes en un recipiente demasiado lleno con un niño. Si aún necesita esconder el juguete, dígale en nombre del juguete que realmente quiere meterse en este contenedor y dormir. Recuerde siempre que un niño anima todos los juguetes y no debe ser abusado.
Nunca regañe u ofenda a las mascotas frente a un niño, incluso si son culpables. Acepta la ayuda del niño en el cuidado de las mascotas, enséñales a manejarlo con suavidad, no dejes que los animales lastimen, aunque te parezca divertido o el animal sufra. Hablar con los niños en nombre del animal ayudará a los niños a comprender mejor sus motivaciones y a sentir empatía por ellas. Lo mismo se aplica a los insectos. Al pasar por el sendero dejado por las hormigas, párese con cuidado sobre él, llamando la atención del niño hacia esto. Incluso si necesita matar un mosquito o una araña, trate de no hacerlo con un niño. Recuerde las sabias palabras de Brad Millar: “Enséñele a su hijo a no pisar orugas. Esto es tan importante para el niño como para la oruga.
Ayuda a otros
Será muy útil que el niño te acompañe a un asilo de ancianos u orfanato con ayuda. La necesidad de personas en estas instituciones no es tanto de beneficios materiales como de comunicación en vivo, por lo que tales visitas serán mutuamente beneficiosas y no gravosas incluso para un modesto presupuesto familiar. Incluso si no estás seguro de poder acceder a estos establecimientos, siempre tienes la oportunidad con tu hijo de recoger sus juguetes, cosas y libros para ayudar a los niños de niños pobres. Encontrarlos no es difícil: busque consejo en su iglesia más cercana o en el foro de la ciudad. Explíquele a su hijo que los niños que no tienen nada necesitan cosas, tal vez incluso sus padres.
Leer cuentos de hadas
Los cuentos de hadas son una herramienta educativa muy importante. Elija con cuidado las historias en las que los personajes sean amables y misericordiosos. Al leer cuentos de hadas en los que el héroe exhibe rasgos que no le gustaría ver en su hijo, comente que el héroe del cuento de hadas estaba equivocado. Igualmente importante es la elección de dibujos animados que no tengan comportamientos negativos, pero que den a sus hijos lecciones de bondad y compasión. Para ello, es mucho más conveniente restringir el acceso del niño a los canales de televisión prestando su atención con su propia selección de dibujos animados.
Familiarícese con los métodos para criar cuentos de hadas personales. Su esencia radica en componer y leer cuentos de hadas sobre el propio niño, en los que muestra los rasgos que necesita, saliendo de situaciones en las que atraviesa dificultades en la vida. Se puede obtener mucha información útil sobre este tema de las obras de Shalva Amonashvili, una maestra destacada de nuestro tiempo.