Antes de intentar hablar con una mujer, asegúrese de que esté abierta a la comunicación. Esto se puede entender por si está frunciendo el ceño, hablando por teléfono, ocupada con el trabajo, etc. Para iniciar una conversación, no debe inventar frases preparadas con anticipación: la conversación debe ser discreta, puede ser un poco divertida.
Instrucciones
Paso 1
Si se ha conocido antes, trate de averiguar de antemano sus intereses y preferencias. Si es la primera vez que la ve, intente llamar la atención con una pregunta no estándar. No está mal si contiene un poco de humor, por ejemplo, en un café en la caja: "¿También te gusta el vino caliente? ¿Y qué prefieres con miel o con coñac? " o “Veo que ordenó vino caliente. Ya sabes, aquí lo cocinan según la vieja receta de mi abuela ". Luego, la niña irá a su mesa y, mientras tanto, elegirás un lugar alejado de ella.
Paso 2
Cuando le quede menos de la mitad de la bebida en su vaso, pídale al camarero que le envíe exactamente el mismo vino caliente con una nota que indique la receta "de la abuela" (se puede caricaturizar a mano con gorra y delantal), su nombre y número de teléfono. Agregue una nota con el espíritu de "La abuela pidió no divulgar el secreto de preparar esta bebida divina hasta que conozca a la chica con la sonrisa más encantadora en (nombre del café)". Si la niña está un poco avergonzada, sonríe, comienza a buscarte con una mirada interesada, puedes acercarte a su mesa con seguridad y pedir permiso para sentarse.
Paso 3
Y luego puedes continuar con el tema de las bebidas ("¿Crees que el resto del vino caliente también es bueno aquí?", "¿Sabes cómo cocinar vino caliente?") O empezar a hablar de otra cosa ("Lugar acogedor, ¿Vienes a menudo aquí?"). Pero no olvides presentarte de nuevo o pensar en algo más original: "Bueno, ya sabes mucho de mí y ni siquiera sé tu nombre, ayúdame a corregir el malentendido". Luego continúe la conversación animada, recordando sonreír y comportarse con naturalidad.
Paso 4
Si el miedo a decir algo estúpido te impide conocer a una chica, entonces, para entrenar tu intelecto, lee ficción todos los días, preferiblemente clásica, ya que los autores modernos en sus obras minimizan el vocabulario y la rotación del habla. La lectura diaria te ayudará a articular tu discurso con mayor claridad y a deshacerte de las palabras parasitarias. Día a día, su habla se volverá menos tonta y se sentirá mucho más seguro.