El amante es como un zapador que camina por un campo minado con los ojos vendados. Y un nuevo empleado silencioso en un mes puede elegir al jefe más insumergible. Para no ser explotado por un hombre sorpresa, debes mirar más de cerca al recién llegado.
Instrucciones
Paso 1
Atrapa un camaleón. A nivel cotidiano, nos acercamos a una persona por dos razones. O tiene algo que nos falta a nosotros, o él (ella) es lo mismo (lo mismo) que yo. Si es lo mismo, entonces, aparentemente, a salvo. Esto está mal. Hay gente camaleónica para la que es natural mezclarse con el paisaje. Si un nuevo empleado puede elogiar y regañar simultáneamente las mismas cosas, y el novio miente magistralmente, ajustándose a cada miembro de la futura familia, entonces esta es una campana alarmante. Aunque todos pensamos que un mentiroso e intrigante hará una excepción para nosotros. Después de todo, hablamos tan dulcemente.
Paso 2
Reconoce la crueldad. Una persona que no sabe empatizar con los más débiles, que no tiene la necesidad de proteger y proteger, no es la mejor opción para la vida familiar. Para algunos, la crueldad es más pronunciada. Por ejemplo, una persona puede arrojar una piedra a un animal sin hogar o contar con pasión cómo golpeó a un niño de primer grado. Pero en general, el sadismo tiene muchas manifestaciones. Una persona puede incluso infligir dolor intencionalmente para luego arrepentirse y preocuparse, sintiéndose necesaria. Y la víctima cae en este bucle, sintiendo culpa, lástima, miedo y gratitud al mismo tiempo. Para evitar que esto suceda, debe ser sensible a cómo cambia la entonación del interlocutor cuando se deja llevar por la historia. Y recuerde que todos tratan de parecer mejores de lo que son.
Paso 3
Llega a las raíces. Los orígenes del comportamiento anormal y desviado se remontan a la infancia. Para estudiar a una persona en su hábitat natural, como dicen los zoólogos, sería bueno conocer a sus padres y amigos. Escuche lo que dice sobre sus seres queridos, cómo se comunica con ellos: cortésmente, groseramente, condescendiente. Es imprudente juzgar con palabras: una persona puede usar una máscara, un macho o un benefactor general. Tienes que juzgar por acciones reales y pequeños detalles. Por ejemplo, con qué ojos miran sus seres queridos a una persona.
Paso 4
Métete en la piel de otra persona. El hombre consiste en lo que construye a su alrededor. Los libros, la música, los gustos culinarios y el estilo de vestir son manifestaciones de su naturaleza. Para estudiarlos hay que preguntarse: "¿A quién quiere imitar? ¿Te atraen sus pautas? ¿Con qué puedo reconciliarme y qué me asusta, a pesar del velo del enamoramiento?" Muchas personas se consuelan pensando que después de la boda, el nacimiento de un hijo, mudarse a un nuevo departamento o mudarse a una nueva posición, ella o ella cambiará para mejor. Los milagros ocurren, pero la mayoría de las veces una persona arrastra sus "características" a un nuevo hogar, una nueva familia y una nueva era.
Paso 5
Prepárate para las sorpresas. El hombre es uno de los mayores misterios. Y el estudio de su carácter, temperamento, inteligencia es un proceso que puede llevar toda la vida. E incluso después de medio siglo de convivencia, los cónyuges no pueden decir con certeza que se conocen bien. Pero sean cuales sean las características personales de cada persona, el respeto mutuo y la ternura son capaces de superar cualquier obstáculo, incluso el más duradero, en el camino hacia la serena felicidad familiar.