Ninguna cosa material en la tierra puede agradar a una persona cuando hay discordia en su propia familia. Por otro lado, qué puede ser más agradable que compartir un poco de alegría en familia. Existen algunas reglas simples para hacer de su hogar un lugar al que desee regresar.
Consejos para una familia fuerte:
Por extraño que parezca, todas, incluso las parejas más bellas y fuertes, "se desmoronaron" por las mismas razones. Durante mucho tiempo, los celos, la violación del espacio personal del cónyuge, las sospechas, etc., interfieren en la existencia de la paz y el amor en la familia.
Consejo # 1: ¡Detente, no critiques las nimiedades!
¡Simplemente vive, ocúpate de tus propios asuntos, ama y no interfieres con hacérselo a otra persona!
Las mujeres sabias saben que después de un duro día de trabajo, un hombre quiere volver a casa y relajarse. Por lo tanto, no necesita abrumarlo con charlas innecesarias o cualquier cosa que moleste a su cónyuge.
Y un hombre no debe interferir con una mujer y no infringir sus derechos.
Consejo número 2. No es necesario que intentes cambiar a la otra persona, ¡será mejor que te cambies a ti mismo!
Si decides pasar toda tu vida con una determinada persona, prepárate para aceptarlo, con todos sus méritos y deméritos. Y ni siquiera intentes cambiar nada. El resultado es el mismo: ¡un divorcio!
Consejo número 3. ¡No critiques!
Las mujeres están construidas de tal manera que constantemente necesitan ser elogiadas. Pero estas no deben ser "palabras vacías". Todos quieren ser apreciados. Así que aprecia lo que hace. Muestre lo importante que es para usted.
¡Y un hombre siempre debe sentirse como un hombre! Nunca lo humille ni lo critique (especialmente frente a extraños), al contrario, ¡"estimúlelo" a nuevas acciones!
Consejo número 4. ¡Sea siempre agradecido y agradecido!
Una mujer solo necesita atención (demasiada profecía), dale flores, dale cumplidos, muéstrale lo agradecido que estás con ella por estar allí.
Consejo número 5. ¡Escuche al Dr. Popenau!
Este médico cree que las personas a menudo se divorcian por 4 razones:
- Insuficiencia sexual;
- La pareja no puede encontrar un compromiso sobre cómo pasar su tiempo libre;
- Dificultades financieras;
- Distintos trastornos (emocionales, fisiológicos y mentales).
Y si se superan estas dificultades, la paz y la armonía reinarán en la familia.
Resumiendo, podemos decir que estas son solo recomendaciones generales. Después de todo, todas las personas son diferentes, todos tienen sus propios puntos de vista sobre la vida, sus propios rasgos y principios de carácter. El matrimonio no es una guerra, no hay vencedores ni perdedores, ¡hay que ser capaz de amar, escuchar y perdonar!