El divorcio en una familia es una de las experiencias emocionales más difíciles que es difícil de soportar tanto para una mujer como para un hombre. Según las estadísticas, los iniciadores del divorcio en la mayoría de los casos son la mitad débil de la humanidad.
Las razones más comunes para el divorcio
Las causas fundamentales de la ruptura de los lazos familiares son las siguientes razones:
- embriaguez de la segunda mitad;
- violencia doméstica en la familia;
- traición y traición;
- total incompatibilidad de puntos de vista, principios e intereses;
- cálculo;
- Falta de preparación práctica (doméstica) y psicológica para la vida familiar.
¿Tienen las mujeres vida después del divorcio?
Cualquiera que sea la vida familiar que tuvo que terminar con un sello de divorcio fue, ante todo, una experiencia gratificante para usted.
Una vez que se rompen los lazos familiares, las personas reevalúan todos los valores, prioridades, principios de cambio y aparecen nuevos planes y metas.
Solo aquellas personas que no temen los cambios en la vida y tratan todo lo que no sucede como nuevos escalones en la escalera llamada "vida" logran establecer su nueva vida libre después de un divorcio.
Cuando la vida familiar ha quedado atrás, hay dos formas de desarrollar la vida posterior. La primera forma es la soledad. El camino para personas muy apegadas al pasado, para quienes es más fácil pasar toda su vida futura solos que decidirse por nuevos cambios en la vida posterior.
Quienes prefieren el primer camino no eligen la soledad en sí, sino la ligereza, el silencio, la pureza, la paz y la libertad.
La segunda forma es crear una nueva familia. Para olvidarse rápidamente de las viejas experiencias, el cambio de una a otra ocurre con bastante frecuencia en el mundo moderno, tal vez el deseo de comenzar una nueva familia, que llega demasiado rápido después del divorcio, se parece más a la euforia, pero a veces conduce a un positivo resultado adicional. Dado que, al contraer matrimonio por segunda o tercera vez, una mujer con un bagaje vital ya trata la vida familiar de manera más filosófica, aprovechando la experiencia de años pasados, es más sosegada, sumisa e inteligente, lo que repercute muy positivamente en una nueva vida. vida familiar.
Después de un divorcio, las mujeres, habiendo recibido la libertad legal de presionar a los problemas y obligaciones cotidianos, finalmente comienzan a pensar en sí mismas como seres queridos. En primer lugar, las mujeres divorciadas renuevan las viejas relaciones con amigos y conocidos, comienzan a mejorarse activamente en un plan profesional y espiritual, comienzan a cuidar cuidadosamente su salud, apariencia y mundo interior.
Una mujer divorciada nunca debe culpar a nadie por un matrimonio fallido, por todo culpa de las circunstancias, y solo eso. Debe seguir una verdad simple: todas las personas son dignas de felicidad y, a veces, para encontrarla, debe dedicar un poco de tiempo.