Los solitarios suelen mirar con envidia a las parejas enamoradas. Cómo se miran con ternura y se dan la mano. Por supuesto, a la vista de tal idilio de gente solitaria, se apodera de un sentimiento de ligera envidia y molestia. Sin embargo, en realidad, no todo es tan sencillo. A veces, las relaciones amorosas van acompañadas de estrés intenso, ira, tristeza e incertidumbre. Todas estas emociones negativas pueden causar un daño significativo a la salud.
El riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca.
Un corazón roto no es una comparación vívida, sino una dura realidad. Un estudio de 2000 publicado en la revista oficial de la Asociación Médica Estadounidense encontró que las mujeres que son infelices en su matrimonio tienen 2.9 veces más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco que aquellas que no están en una relación permanente. Las mujeres solteras que tienen una relación infeliz con su amado también corren el riesgo de contraer todo tipo de enfermedades cardiovasculares. Entonces, el amor infeliz puede destruir el corazón y acortar significativamente los años de vida.
Problemas mentales
Las personas solitarias son menos propensas a tener problemas mentales que aquellas que tienen una relación disfuncional con su pareja. Las relaciones difíciles vienen acompañadas de un estrés constante.
Los divorcios y las separaciones siempre afectan negativamente la psique de una mujer. En 2003 se llevó a cabo un curioso experimento, para el que se seleccionaron 2303 mujeres. Como resultado, resultó que las mujeres que habían experimentado varias rupturas difíciles sufrían de trastornos mentales mucho más que las que habían estado solteras toda su vida.
Estrés constante
Un matrimonio infeliz es una fuente constante de estrés para ambos cónyuges. Las personas que son infelices en su matrimonio se sienten mucho peor que las personas solteras que no tienen una relación permanente.
Problemas en el trabajo
La tensa situación de la vida familiar repercute negativamente en la calidad del trabajo. Las personas infelices suelen hacer muy mal su trabajo. Las personas que están decepcionadas con el matrimonio tienen más probabilidades de sufrir presión arterial alta y sentir fatiga constante, volverse inactivas y deprimidas.
Larga recuperación de enfermedades
Los conflictos constantes en la familia conducen a una disminución de la inmunidad y un debilitamiento general de la salud física. Como regla general, las personas que son infelices en el matrimonio sufren formas más graves de enfermedad y su período de recuperación es mucho más largo que el de las personas solteras.
A los pacientes con problemas matrimoniales en curso les resulta mucho más difícil cumplir con las prescripciones de sus médicos, por ejemplo, adherirse a la dieta terapéutica prescrita y llevar un estilo de vida saludable.
Resulta que es mejor romper un matrimonio infeliz, y cuanto antes, mejor, de lo contrario puede socavar gravemente su salud.