Las relaciones con los familiares son completamente diferentes a las de otras personas. Te conocen a lo largo de tu vida, juntos han pasado por mucho y tu comunicación se lleva a cabo en un nivel diferente.
Instrucciones
Paso 1
Respeta a tu familia, este sentimiento juega un papel muy importante en las relaciones entre parientes. En cualquier situación, no olvides que estas personas te conocen de toda la vida y juntos han pasado por muchas dificultades. A pesar de algunos puntos de vista en los que no está de acuerdo fundamentalmente, trate de respetar las opiniones de los demás.
Paso 2
Se tolerante. La paciencia es otro aspecto importante de la comunicación familiar. Los conflictos pueden suceder a diario hasta que alguien finalmente se vuelve un poco más tolerante con otros parientes. Trate de tener en cuenta los problemas en el trabajo, los problemas personales y otros factores que afectan el estado de ánimo de los miembros de su familia. Entiéndalos, póngase en el lugar de otra persona y la comunicación se volverá mucho más placentera.
Paso 3
Aprende a perdonar. Lo que no solo se puede escuchar de los labios de los familiares en raros momentos de ira. Tienes que elegir: sentirte ofendido toda tu vida y dejar de comunicarte, o perdonar y seguir viviendo.
Paso 4
Habla abiertamente. No dude en expresar sus quejas frente a los miembros de su familia. Naturalmente, no debe haber agresión en sus palabras. Pero siempre piense detenidamente sobre la posibilidad de iniciar un escándalo; tal vez su pequeña queja pueda retrasarse hasta tiempos mejores, porque puede tomarse más en serio de lo que espera.
Paso 5
Reúnase con más frecuencia. Sucede que el trabajo, los amigos y otras circunstancias alejan a los miembros de la misma familia entre sí. Rompa el ciclo ofreciendo reunirse para unas vacaciones o un fin de semana normal. Introduzca nuevas tradiciones (por ejemplo, celebrar cada cumpleaños entre sus familiares).
Paso 6
No se olvide de las generaciones anteriores. No hay nada peor que los ancianos solitarios abandonados por sus familiares. Visite a sus abuelos y, a menudo, venga a tomar el té con sus madres.