El tango argentino le brinda a una persona una experiencia verdaderamente invaluable. Gracias a él, no solo aprenderás más sobre la cultura y técnica de la danza, sino que también aprenderás a abrirte, comprenderte mejor, ver y ser consciente de tus problemas. Además, puede resolver algunas dificultades, trabajar en su carácter e incluso llegar a un entendimiento con otras personas, que, lamentablemente, muchos de nosotros no encontramos ni en el trabajo, ni entre amigos o familiares.
Bailando tango argentino, una persona comienza a comprender más fácil y rápidamente por qué no puede establecer relaciones en un equipo o en una familia. El baile ayuda a exponer y resaltar los problemas que dificultan el establecimiento del entendimiento mutuo: desconfianza, modestia excesiva e incluso timidez dolorosa, el hábito de ponerse una máscara, la falta de voluntad para llevarse bien con otras personas, la obsesión por uno mismo, etc. Entrenamientos de tango argentino, podrás ver y apreciar todas estas dificultades. Entonces tendrás una opción: luchar contra los problemas, en los que, de nuevo, el entrenamiento te ayudará mucho, o dejar todo como está.
Los profesores de tango argentino pueden ayudarte si decides hacer frente a lo que te frena y aprender a entablar buenas relaciones con los demás, incluidos tus compañeros de trabajo. Se cree ampliamente que para lograr tal resultado, es suficiente elegir cualquier baile social, pero en realidad este no es el caso. El tango argentino requiere mucho más esfuerzo para establecer contacto con una pareja y permite lograr un entendimiento mutuo más profundo.
El caso es que la propia técnica de la danza lo requiere. El tango argentino, a diferencia de muchos otros bailes sociales, no ofrece soluciones prefabricadas. Esto significa que no necesitarás repetir los movimientos previamente memorizados uno tras otro, sabiendo exactamente cuál será el siguiente, sino elegir cada paso, tratando de sentir los deseos de tu pareja y entender exactamente cómo prefiere bailar. Cuanto más débil sea el contacto entre los bailarines, mayor será el riesgo de que comiencen a cometer errores, se confundan y, finalmente, el baile se arruine.
El tango argentino es excelente para desarrollar la empatía. Si no puede comprender a otra persona, sentir su estado de ánimo, comprender lo que se esconde detrás de sus palabras, lo aprenderá gradualmente en los entrenamientos. Esta habilidad sin duda será útil cuando se comunique no solo con personas cercanas, sino también con colegas, socios comerciales y jefes. También aprenderá a concentrarse en otras personas sin pensar solo en usted mismo.
El establecimiento del contacto también se ve facilitado por el hecho de que una persona, que desea sentir a otro, debe abrirse. Por desgracia, muchos recién llegados están seriamente asustados por esto, porque están indefensos sin la máscara habitual. De hecho, gracias a los entrenamientos, las personas aprenden a abrirse sin hacerse daño, a ser honestos, a darles a los demás la oportunidad de sentirlos.