Después del nacimiento, el sistema digestivo del niño continúa desarrollándose durante algún tiempo, tanto en términos funcionales como en términos de microflora. Debido al subdesarrollo de las glándulas y la capa muscular de los intestinos, a menudo se producen espasmos y gases que causan hinchazón y cólicos. Para ayudar a su bebé a deshacerse de ellos, necesita conocer ciertos síntomas.
Instrucciones
Paso 1
Vientre firme. Una de las causas del cólico intestinal en los niños es una gran acumulación de gases. Esto puede deberse a comer en exceso y a una deficiencia enzimática, es decir, las enzimas pueden descomponer solo una cierta cantidad de alimento entrante. Un exceso de comida provoca el proceso de fermentación y formación de gases. Esto se nota inmediatamente en el vientre. Se vuelve difícil al tacto.
Paso 2
Grito estridente. La contracción espasmódica de los intestinos suele ser dolorosa y el niño reacciona con un llanto fuerte y penetrante, que no puede aliviarse con nada. Con un espasmo de los músculos lisos, los cólicos pueden ocurrir durante bastante tiempo (hasta 3 horas) y su aparición puede ser tanto durante las comidas como entre ellas. Los bebés de los primeros 4 meses de vida son especialmente propensos a los cólicos.
Paso 3
Apriete los músculos abdominales y tire de las piernas hacia él. Con el cólico, el bebé atrae de forma refleja las piernas hacia el estómago. Esta es una especie de reacción al dolor y también es típica de los adultos.
Paso 4
Disminucion del apetito. A menudo, con el cólico intestinal, los niños se niegan a comer o son reacios a comer. En este caso, para distinguir el cólico intestinal del aire que ingresa al estómago, basta con observar al bebé mientras come. Tan pronto como comience a gemir, esquivar y llorar mientras come, sosténgalo con una columna. Si, después de regurgitar o eructar con aire, se calma y comienza a comer, entonces esto no es un cólico.