Un bebé en una familia es una fuente inagotable de felicidad, alegría y, por supuesto, ansiedad y emoción. Mamá y papá recién nacidos están observando cada bocanada de migajas. El más mínimo incumplimiento de las normas puede provocar un verdadero pánico. Entonces, por ejemplo, las sibilancias en un bebé pueden desconcertar seriamente a la madre del bebé.
Período de adaptación
En los primeros meses de su existencia, un bebé atraviesa un período difícil de adaptación al mundo que lo rodea. La mayoría de los procesos vitales que ocurren en el cuerpo no proceden de la misma manera que en los adultos maduros.
Los sistemas respiratorio, gastrointestinal, los principios del intercambio de calor y otras funciones vitales del cuerpo se encuentran en la etapa de desarrollo y mejora. Esto está diseñado por la naturaleza para que un niño de forma natural, a través de un modo especial de trabajo del cuerpo, pueda adaptarse sin problemas y fácilmente al mundo exterior. Por tanto, la mayoría de los fenómenos que pueden provocar ansiedad en los padres no son patologías. Más bien, es la norma para el correcto desarrollo del bebé.
Causas de las sibilancias en un bebé
La aparición de sibilancias en los bebés puede ocurrir debido a una serie de factores extraños. En primer lugar, los recién nacidos son muy sensibles al clima de la casa, es decir, a la calidad del aire en el espacio circundante. El polvo contenido en la atmósfera es especialmente peligroso para los bebés debido al hecho de que los conductos nasales de tales migas son fisiológicamente todavía muy estrechos. Por lo tanto, las partículas de polvo que se depositan en las superficies se acumulan en la nariz del bebé y forman costras. Esto hace que al bebé le resulte muy difícil inhalar y exhalar normalmente, y comienza a respirar con dificultad. En este caso, no será difícil deshacerse de la causa de las sibilancias. Basta con revisar las condiciones de vida y las reglas para el cuidado del niño.
Los principales errores que cometen los padres por el bien, según les parece, del niño, que pueden conducir a la aparición de sibilancias, son: la falta regular de aire fresco al ventilar la guardería, los paseos insuficientes por la calle, alta temperatura del aire en la habitación donde está el bebé. Esto es especialmente cierto para los padres de bebés nacidos en invierno.
Observe el comportamiento del niño. Si su estado general no genera dudas, el bebé come normalmente, duerme bien, no es caprichoso sin razón aparente y no tiene temperatura, pero se escuchan sibilancias al respirar, comience por examinar la nariz. Y si se encuentran costras allí, esto es una señal para los padres de que las condiciones para mantener al bebé son incorrectas y requieren un ajuste. La temperatura correcta en el vivero debe mantenerse alrededor de 20‒21 grados, y el nivel de humedad debe ser de al menos 50%. Si no es posible comprar un humidificador de alta calidad, establezca como regla realizar una limpieza regular en húmedo de todas las superficies y pisos de la habitación todos los días. Esto ayudará no solo a evitar las sibilancias, sino también a advertir contra otras posibles enfermedades.
Si las costras ya se han formado, debe ayudar al bebé a deshacerse de ellas limpiándole la nariz. Para hacer esto, se debe inyectar un aerosol humectante como Aquamaris en cada pasaje nasal una vez y quitar con cuidado la turunda de algodón acumulada.
Sin embargo, si se presentan otros síntomas alarmantes, como fiebre, deterioro general, llanto continuo o tos, es imperativo acudir al médico. Es el especialista quien debe establecer las verdaderas causas de las sibilancias en el lactante y prescribir el tratamiento adecuado, si es necesario. En caso de un fuerte deterioro en la condición del bebé, ¡busque ayuda de inmediato!