Aprender una lengua extranjera no es solo un homenaje a la moda, sino un proceso de adquisición de conocimientos que es vital en la sociedad moderna, que avanza hacia la globalización universal. Es por eso que muchos padres se esfuerzan por educar a sus hijos como políglotas.
El proceso de aprendizaje debe comenzar cuando el niño tenga 2-3 años. Es bueno que usted mismo conozca el idioma y pueda enseñárselo a su hijo. Y si no, entonces vale la pena contratar a una niñera que le hable al niño exclusivamente en un idioma extranjero. En el proceso de comunicación, el niño hablará fácil y naturalmente un idioma extranjero, percibiéndolo como una necesidad vital. Además, una alternativa pueden ser los centros lingüísticos especiales para los más pequeños. En ellos se enseña a los niños de forma lúdica. Es necesario que el profesor sea un verdadero hablante nativo que tenga una formación profesional y sepa encontrar un acercamiento a estudiantes tan jóvenes. Gracias a los juegos y la comunicación en vivo, el niño se incorporará rápidamente al proceso de aprendizaje. Tenga en cuenta que no hay más de cinco niños en el grupo lingüístico. Para un aprendizaje de idiomas exitoso, las clases en dichos centros lingüísticos deben impartirse al menos tres veces por semana.
Los padres pueden comenzar a enseñar a sus hijos por su cuenta. Para hacer esto, debes conocer el idioma al menos al nivel del plan de estudios de la escuela y tener la pronunciación correcta. Un niño de 2-3 años es muy curioso y curioso, está interesado en juegos nuevos y divertidos, lo que significa que será interesante para el niño cantar canciones contigo, estudiar poemas simples y representar escenas teatrales.. El niño recordará mejor un idioma extranjero si lo escucha al menos ocasionalmente. Puede activar dibujos animados para niños alternativamente en diferentes idiomas (en nativo y extranjero) para que el niño pueda compararlos entre sí. Es importante incluir elementos del juego en el proceso de aprendizaje. Hoy en día existen muchos programas informáticos para jóvenes políglotas.
Es una buena práctica rodear a su niño pequeño con información visual: dibuje un cartel, compre bloques de palabras, recorte letras grandes y coloridas. Cantar canciones juntos, leer cuentos de hadas con explicaciones extranjeras, mencionar palabras o nombres extranjeros mientras juegan: hay muchas opciones para aprender un segundo idioma. Pero no se exceda. De lo contrario, el niño se aburrirá rápidamente y no querrá aprender nada.
Es apropiado introducir la segunda lengua extranjera en 1, 5-2 años. Anteriormente, no vale la pena hacer esto, ya que el niño puede confundirse acerca de lo que ya ha aprendido. Es importante sumergir gradualmente a los niños en este entorno todavía completamente desconocido.
Si un niño se niega a aprender un idioma extranjero, no se lo imponga. Después de un par de semanas, intente ofrecerle a su bebé un método de enseñanza diferente.