Si últimamente todas las noches en el círculo familiar se han vuelto similares entre sí, es hora de cambiar la situación. La televisión puede reunir a toda la familia en una mesa. Pero incluso sin él, tienen algo en qué ocuparse, qué decirse y qué compartir. Después de todo, sois una familia.
Instrucciones
Paso 1
Proponga un tema para la cena familiar con anticipación. Esta puede ser una velada pirata, por ejemplo. Prepara una cena de mariscos, esconde el tesoro en el apartamento con anticipación y dibuja un mapa para encontrarlo. Después de la cena, invite a los niños a jugar a los buscadores de tesoros. Y después de encontrar los tesoros, puede comenzar a ver sus "Piratas del Caribe" favoritos. Si tiene un estado de ánimo más romántico, en lugar de buscar un tesoro, puede organizar un viaje a la tierra de los elfos. Haga la cena ligera, con verduras y frutas. Prepare una representación teatral con los niños y luego cante al karaoke sus canciones favoritas.
Paso 2
Organice su cena con varias comidas deliciosas pero fáciles de preparar. Asegúrese de involucrar a toda la familia en las tareas de la cocina. El marido puede pelar patatas o cortar carne. Los niños de la escuela pueden ayudarlo a picar verduras para su ensalada y decorarla. Y a los más pequeños se les puede encomendar que pongan la mesa. Son bastante capaces de llevar algunos platos de la cocina al salón y colocar las servilletas. Tómate tu tiempo, disfruta de cada momento que todos pasamos juntos cocinando. Una causa común, aunque sea simple, sin pretensiones, une a toda la familia y hace que los participantes se sientan como uno solo.
Paso 3
Dé un paseo después de cenar. Rompe la tradición de ver televisión todas las noches después de una comida abundante. Puedes dar un paseo por el parque más cercano. Qué maravilloso puede ser caminar lentamente a través de la nieve chirriante y discutir dónde irá de vacaciones en el verano. Deja que hasta los más pequeños hablen. Escuche lo que sueñan y esperan. Recuerde la historia de su primer encuentro con su esposo y cuéntela a los niños. Tales paseos no cuestan nada en términos monetarios, sino cuánta calidez e intimidad se dan el uno al otro.