La concepción de un niño es un milagro que ocurre en el cuerpo de una mujer. Y es interesante para las mujeres embarazadas recordar el curso escolar de biología, cómo sucede exactamente esto.
Cuando el óvulo y el esperma se fusionan, se forma un óvulo: un cigoto, las células se dividen, el óvulo crece y se mueve hacia la cavidad uterina. Se adhiere al útero y comienza a liberar hormonas que detienen el ciclo menstrual. El huevo adjunto ya es un embrión. El embrión se forma en la segunda semana: 200 células, punto pequeño. Al final del segundo mes, el embrión se forma para que se puedan reconocer los signos humanos.
A partir del tercer mes de vida, el feto ya bien adherido comienza a estar activo, su altura es de 7.5 cm, ya comienza a moverse, pero es demasiado pequeño para sentirlo. En el cuarto mes, ya mide 20-25 cm, el esqueleto comienza a endurecerse, el cartílago se convierte en huesos. En el quinto mes, el feto comienza a escuchar, puede comenzar a comunicarse con él. A los 6 meses, altura 35 cm, peso 1,5 kg. Al séptimo mes, el feto ya pesa 2 kg, y el crecimiento es de casi 40 cm. Al octavo mes, 2, 5 kg, 45 cm. Al noveno mes, crece tanto que ya tiene calambre, comienza el parto.
Se ha comprobado que el estado emocional de la madre afecta fuertemente el desarrollo y bienestar del feto. En las primeras etapas del estrés, puede perder un hijo y, a largo plazo, el estrés afecta negativamente la salud del feto. Cuando una mujer embarazada está nerviosa, esto se transmite al bebé, este comienza a moverse inquieto e incluso son posibles problemas posparto con los intestinos. Por eso, es necesario evitar el estrés, pensar solo en lo bueno. La futura madre debe controlar cuidadosamente su salud, debe comer bien, descansar lo suficiente y abandonar los malos hábitos. Las madres no deben tener miedo de subir demasiado de peso: necesitan comer más a menudo, muchas verduras y frutas. Para evitar el edema, beba hierbas ligeras diuréticas y mucha agua.
Así es como la gran felicidad crece desde un pequeño punto, el sentido de la vida para las mamás y los papás. Cabe recordar que el desarrollo intrauterino ya es vida, de la que depende mucho la salud del niño. Una madre sana y tranquila es un bebé sano y tranquilo.