La agresión infantil es un tema importante, ya que dicho comportamiento en los niños, comenzando con manifestaciones sutiles, gradualmente se vuelve cada vez más problemático y adquiere formas agudas. Los psicólogos, educadores, médicos notan un aumento en el número de niños con este comportamiento.
La agresión en un niño es un signo seguro de angustia emocional, uno de los métodos de protección psicológica disponibles para él, aunque inadecuado. El comportamiento del niño puede ser provocativo; para él, es una forma de aliviar la ansiedad acumulada, el estrés psicoemocional.
Causas de la agresión infantil
Los siguientes se nombran como los motivos de la aparición de un comportamiento agresivo en un niño:
- parto con patología, que deja consecuencias en forma de daño cerebral;
- la actitud incorrecta en la familia hacia la crianza de un niño;
- deterioro de las condiciones de vida en términos sociales;
- Falta de atención por parte de las instituciones infantiles a las condiciones neuropsíquicas de los alumnos.
A pesar de que crece el interés por este problema desde el punto de vista científico, en su mayor parte, las medidas se reducen a consideraciones teóricas sobre las causas de su aparición y cómo se manifiesta. Y una cantidad muy pequeña de investigación se basa en la experiencia real de corregir la situación o tomar medidas para prevenirla. Además, para los niños en edad preescolar, la corrección oportuna del comportamiento puede ser extremadamente importante, ya que la agresividad no siempre es la norma para ellos, pero está en su infancia.
Juegos para ayudar a reducir la agresión
Entre las técnicas que se utilizan para reducir la conducta agresiva en un niño, se pueden utilizar otras muy diferentes. Esta es una demostración de comportamiento sin agresión, y una discusión con el niño sobre la situación actual, e incluso una total indiferencia por el comportamiento indeseable. El mayor efecto se puede lograr con los juegos al aire libre, que deben seleccionarse según la edad de los niños. Los juegos pueden ser así, por ejemplo.
Para los niños de 3 a 4 años, jugar con almohadas es de gran beneficio: se trata de un caparazón absolutamente seguro y accesible para todos. El juego "Derriba el polvo": a los participantes se les da una almohada, supuestamente muy polvorienta, que deben limpiar, golpeando adecuadamente.
Se puede animar a los niños mayores de cinco años a jugar Fortress Assault si tienen suficientes elementos irrompibles para construir. Estos pueden ser almohadas y mantas, sillas, cubos, ropa de invierno. Prepare bolas - "balas de cañón". A su vez, los participantes lanzan "balas de cañón" a la fortaleza hasta que logran romperla en pedazos. Con cada lanzamiento exitoso, se supone que se emiten fuertes gritos de victoria.
Los juegos al aire libre con fuertes gritos ayudan a deshacerse de la energía acumulada, lo que de lo contrario resulta en agresión, estupidez
Un adulto, ante la agresividad de los niños, debe tratar de reducir el estrés, tratar de suavizar la situación. Para hacer esto, primero debe mantener sus emociones bajo control; esto ayudará a mantener relaciones normales con el niño, no impulsará el desarrollo posterior de la situación y, a veces, muestra que el adulto sigue siendo el maestro de la situación.