La gente duerme hasta un tercio de su vida. La ciencia cree que el sueño es necesario para descansar y procesar la información acumulada durante el día por el cerebro. Al mismo tiempo, en las religiones y muchas otras enseñanzas, el sueño se percibe como un viaje del alma a otros mundos. Lo más probable es que la verdad, como suele ser el caso, esté en algún punto intermedio.
Los sueños han sido investigados e investigados activamente tanto por la ciencia oficial como por numerosos entusiastas. La experiencia acumulada durante los últimos siglos nos permite sacar conclusiones bastante interesantes. No pretenden ser completamente ciertos, pero sí explican muchos de los fenómenos asociados con el sueño.
Mundos de ensueño reales y virtuales
Los sueños son muy diferentes. Algunos de ellos están llenos de problemas cotidianos y están claramente asociados con los eventos del día anterior. Pero también hay sueños que se salen bruscamente del rango general. Son pocos, alrededor del 5% del número total de sueños. Se distinguen por su asombroso brillo, riqueza y trama inusual.
El análisis de los sueños y los experimentos llevados a cabo por personas que saben mantener la conciencia en un sueño, permiten concluir que los espacios oníricos, en los que cae el alma humana en un sueño, son de dos tipos: virtuales y reales. Los espacios virtuales son ilusorios y son creados por la conciencia de la propia persona. Pero de vez en cuando, el alma va más allá de las ilusiones que crea y entra en el mundo real.
Estos mundos pueden ser muy diferentes, la "dirección" específica depende de la conciencia de una persona, su nivel espiritual, pensamientos y preferencias. Por ejemplo, una persona religiosa puede entrar en mundos cercanos a sus aspiraciones espirituales. Una persona malvada y cruel suele acabar en los denominados mundos astrales inferiores, correspondientes a su nivel de conciencia. Estos mundos son oscuros, pesados, agresivos.
Por lo tanto, los lugares en los que el alma de una persona cae en un sueño son completamente consistentes con las cualidades de su conciencia. Pero también hay excepciones. Por ejemplo, una persona vio una película de terror por la noche. Las energías de esta película, su estado de ánimo pesado, son propicias para caer en un sueño en mundos de cualidades similares.
La influencia de los sueños en la vida humana
Es bien sabido que los sueños pueden predecir el futuro. Pero de hecho, muy a menudo no lo predicen, sino que lo forman. Esto se aplica a los sueños en los que el alma humana habita en mundos astrales reales. Como se mencionó anteriormente, tales sueños se distinguen por su brillo y saturación, se recuerdan muy bien.
Los eventos que tienen lugar en tales sueños se proyectan muy claramente en los eventos del día. Por ejemplo, tienes un sueño vívido en el que alguien te ataca y te escapas. Por la tarde, lo más probable es que espere algunos problemas, pérdidas, rendición de sus posiciones. Y viceversa, si no tuvieras miedo en un sueño y ganaras, los eventos del día habrían resultado a tu favor.
Y hay muchos ejemplos de este tipo. En un sueño, una persona no solo duerme: su alma, al ingresar a los mundos astrales, continúa haciendo algo. Los eventos del día dependen de cómo se comporte una persona en un sueño.
Es importante comprender que los eventos del día y la noche se influyen activamente entre sí. Si estás alegre y optimista durante el día, mantén el buen humor, cree en ti mismo, tienes buenos sueños, te encuentras en mundos brillantes y acogedores. Esto significa que las posibilidades de que le suceda algo desagradable por la noche son mínimas. En consecuencia, los eventos del día siguiente también serán positivos.
La situación opuesta es cuando eres pesimista, preso de melancolía, depresión, dolor mental. Entonces tus sueños son oscuros y pesados, te encuentras en los mundos astrales inferiores. Hay muchas entidades agresivas en ellos, de las que probablemente tengas que esconderte. Y esto, a su vez, se proyecta en los eventos del día: todo va en tu contra, tienes una mala suerte crónica.
Por lo tanto, los sueños tienen el impacto más directo en la vida de una persona. Al practicar el pensamiento positivo y alejarse de los pensamientos pesados, puede aprender a caer en los mundos de luz en un sueño. Lo que, a su vez, tendrá el efecto más positivo en la calidad de su vida.