Dependiendo de su temperamento, las personas con más o menos angustia interior expresan sus sentimientos el uno por el otro. La percepción de tales revelaciones también es muy individual. Sin embargo, existe un lenguaje común basado en la sencillez y la sinceridad que ayudará a contarle a un niño o una niña sobre la simpatía.
Busque una excusa para reunirse o entablar una conversación, según la situación. Si conoció a un niño en una exposición, festival, estreno de una película, comience con esta "ocasión informativa". Cuando se acerque al objeto de simpatía, no lo aborde con una declaración, sin importar cuál sea su contenido. Tal observación no puede ir a ninguna parte, quedar sin respuesta. Es mejor hacerle una pregunta al chico sobre el evento que está teniendo lugar. Empiece con una pregunta cerrada, es decir, una que pueda responderse con monosílabos, definitivamente ("sí / no"). Después de llamar la atención del interlocutor, pase al segundo comentario. Esta vez, empújelo para que refleje más la respuesta. Si no está seguro de sus habilidades de improvisación, haga preguntas con anticipación, el día antes del evento o al menos un minuto antes del "ataque". Si la situación es tal que no hay nada que discutir, pídale ayuda a su contraparte. Que no sea un favor demasiado difícil, no lo obligue a mover muebles. Pero la solicitud no debe parecer una nimiedad, para que el niño comprenda que no puede hacer frente sin él. Quizás veas a este chico casi todos los días, en la escuela o en una empresa en general. Para conquistarlo y preparar el escenario para una relación más cercana, sea abierto y amigable. Simplemente no haga un esfuerzo por esto, de lo contrario corre el riesgo de cruzar la línea y caer en una positividad excesiva y un deleite desmotivado. Esta actitud no debe dirigirse solo al chico. Cree una imagen holística y luminosa participando en fiestas comunitarias, participando en debates y apoyando iniciativas divertidas. En una conversación, exprese su opinión, escuche atentamente sus comentarios y responda a ellos, pero solo si realmente tiene algo que decir. Como último recurso, apruebe su declaración y elogie sinceramente. Cuando se dirija al niño, llámelo por su nombre, esto pone al interlocutor en un nivel subconsciente. Cuando su relación se vuelva lo suficientemente cercana (de una manera amistosa), contáctelo a través de objetos: pídale que transmita algo, toque el respaldo de la silla en la que está sentado, etc. Además, no excluya el contacto táctil con él: toque el hombro cuando haga una pregunta, etc. Asegúrese de que tales acciones no sean una invasión del espacio personal del niño y no parezcan deliberadas. Si se comunica en una buena y amigable compañía, hablará del niño como una persona extremadamente agradable, inteligente y agradable cuando no esté cerca.. Es probable que los amigos en común le den a entender más tarde que te preocupas por él, y después de asegurarte de que la tierra esté firme, solo dile que te gusta. Esta frase, pronunciada con sinceridad, incluso con emoción, sin duda le resultará agradable y se convertirá en el motivo de acercamiento que tanto necesitan los dos.