A veces, el deseo de una mujer de tener un hijo no evoca el entusiasmo de su marido. Puede referirse a la falta de preparación, moral o financiera. Entonces, ¿cómo puedes convencer a tu amado de que ya ha "madurado" al papel de padre?
Instrucciones
Paso 1
No presione moralmente a un hombre, no tenga conversaciones aburridas de una hora con él sobre lo bueno que es tener hijos. Y más aún, no hagas berrinches y no te dejes llevar por el chantaje. Tales métodos no conducirán a un resultado positivo, pero puede causar disgusto en su hombre.
Paso 2
Alabe a su esposo y aprecie su cuidado y atención. Deje que su amado a veces escuche las siguientes frases de usted: "Serás un padre maravilloso" o "Eres tan atento que puedo imaginar qué tipo de padre serás". Diga estas palabras con sinceridad y admiración. Simplemente no exagere, si los repite con demasiada frecuencia, se volverán habituales y simplemente pasarán por alto los oídos de su cónyuge.
Paso 3
Visite a amigos y familiares con niños pequeños con su esposo. La comunicación con extraños del bebé, con el tiempo, despertará los instintos de los padres dormidos. Por lo tanto, es probable que después del próximo viaje de visita, el propio esposo le hable sobre la procreación.
Paso 4
Contacta a los padres de tu amada, cuéntales sobre tu deseo de ser madre. Es posible que hayan soñado durante mucho tiempo con nietos. Si es así, pídales que hablen con su hijo sobre el deseo de ser abuelo. Después de todo, es posible que inconscientemente espere la aprobación de sus padres. Y después de hablar con ellos, pensará seriamente que es hora de convertirse en padre.
Paso 5
Aprenda a esperar, porque puede ser así: su hombre mismo quiere un hijo, pero en este momento no se siente seguro. La razón de esto puede ser dificultades económicas o decidió lograr un crecimiento profesional y en esta etapa hace retroceder la paternidad. En cualquier caso, intenta ponerte en su posición y hazle saber que juntos resolverás los problemas más difíciles. Así que una vez más convencerás a tu cónyuge de que no se equivocó al elegir su mitad y la madre de sus futuros niños pequeños.