La comunicación tiene un efecto beneficioso en una persona no solo con otras personas, sino también con los hermanos menores. Y la aparición de una mascota en la vida de un niño lo ayudará a aprender a cuidarlo, a desarrollar bondad y misericordia. Un niño así se volverá independiente rápidamente y comprenderá qué es la responsabilidad.
A medida que crecen, los niños comienzan a familiarizarse activamente con el medio ambiente, incluso a interesarse por los animales y las plantas. Gracias a las nuevas impresiones, el niño expande los límites de la conciencia, aprende a interactuar con los objetos y sujetos que lo rodean.
Percepción de los animales por parte de niños de diferentes edades
Los niños, según su edad y percepción, se comportan de manera diferente con los animales. En los bebés, las mascotas evocan curiosidad e interés, buscan el contacto táctil, quieren tocar, tocar, acariciar, examinar por todos lados. Para los niños mayores, un animal es un amigo y compañero con el que conversan, cuentan secretos o inventan historias.
- Hasta los 4 años: a esta edad vale la pena tener un animal pequeño y fácil de cuidar: un pájaro, un roedor, un conejo decorativo, un pez. Los niños se sentirán atraídos por las mascotas, querrán tocarlas, acariciarlas, jugar. Los padres deben explicar que el animal no es un juguete, debe manipularse con cuidado y cariño.
- Hasta los 6 años: A esta edad, los niños se vuelven más responsables y se les puede confiar el cuidado del animal. Ya saben qué tipos de mascotas existen, las reglas elementales para cuidarlas: caminar, alimentar, higiene. Los padres pueden transferir algunas responsabilidades simples al niño, pero al principio es mejor para ellos asegurarse de que el niño haga todo bien.
- Hasta los 8 años: estos ya son niños independientes que saben qué es la responsabilidad y pueden cuidar ellos mismos de la mascota. A esta edad, pueden aparecer varios animales de diferentes especies en la familia, pero los gatos y los perros gozan de la mayor simpatía.
La importancia de los animales en la vida de un niño
Las mascotas influyen en una variedad de procesos, que incluyen:
Desarrollo
Al estudiar y jugar con el animal, el niño adquiere cualidades positivas. En este momento, los padres deben enseñar al niño cómo manejar adecuadamente al animal, explicarle que es imposible mostrar agresión y crueldad hacia los animales.
Socialización
La mascota se convierte en el primer amigo y protector del niño. Esto le da confianza y ayuda a acostumbrarse rápidamente al equipo, familiarizarse y comunicarse con sus compañeros, hacer amigos.
Desarrollo intelectual
Gracias al contacto táctil y a través de juegos, el niño desarrolla la cognición sensorial y la percepción de los objetos circundantes. Establecer relaciones de causa y efecto le permite desarrollar el pensamiento lógico.
Componente ético
Los eventos relacionados con las mascotas (apariencia, enfermedad, muerte) permiten que el niño experimente diferentes estados emocionales, tanto positivos como negativos. La percepción estética desarrolla la visión artística y la comprensión de la belleza y la gracia naturales.
Desarrollo físico y emocional
Los animales permiten que el niño experimente toda la gama de sentimientos y emociones, y los juegos y paseos conjuntos forman reacciones físicas estables, por ejemplo, coordinación de movimientos, velocidad de reacción.
Propiedades curativas
Se utilizan diferentes tipos de animales para tratar las dolencias fisiológicas y psicológicas de los niños. Son capaces de ayudar a hacer frente a la depresión, mejorar el estado general del autismo, parálisis cerebral, enfermedades del sistema musculoesquelético, etc.
Pero esta no es toda la lista. Las mascotas son excelentes ayudantes en la educación laboral, ambiental y moral, la manifestación de la humanidad, reduciendo el nivel de conflicto y hostilidad hacia el mundo que las rodea, el desarrollo de los sentidos, el pensamiento creativo y la imaginación. Las actividades y los juegos ayudan a que los niños se familiaricen con el trabajo y la disciplina.
Los animales son un eslabón importante en la crianza de un niño. No solo ayudan en el desarrollo de sentimientos positivos: amor, cuidado, afecto, ternura, sino que también contribuyen al desarrollo y conocimiento del mundo que nos rodea, incluso a través del juego. Un factor importante es la actitud de los padres hacia los animales, porque el niño copiará su modelo de comportamiento en el futuro.