La autoestima se forma a lo largo de los años bajo la influencia del mundo circundante. Subestimarse a sí mismo le impide alcanzar el éxito y construir relaciones armoniosas. Algunos hábitos matan silenciosamente la autoestima, por lo que debes deshacerte de ellos con urgencia.
Las personas con baja autoestima a menudo se sienten incómodas. Es difícil para ellos estar en compañía de otros más exitosos y autosuficientes. Al mismo tiempo, la percepción de uno mismo puede cambiar a lo largo de la vida. Las victorias inspiran, te dan la oportunidad de creer en ti mismo y las derrotas te hacen empezar a dudar. La autoestima depende del estilo de vida y la mentalidad. Al mismo tiempo, existen hábitos que la reducen enormemente.
Utilice productos de mala calidad
Las cosas baratas tienen un efecto deprimente en una persona. Platos de plástico en lugar de porcelana, comida barata, artículos en oferta: cuando tales compras se convierten en la norma en la vida, conduce a una disminución de la autoestima. No es necesario comprar todo en tiendas de marca, pero no debes acostumbrarte a ser de segunda. Comprar cosas baratas estropea el estado de ánimo. Usarlos a menudo no es un placer. Una persona tiene gradualmente la sensación de que no es digna de más. Para romper este círculo vicioso, a veces necesitas darte un capricho con lo que te gusta. Incluso si esto está por encima del promedio. Si la adquisición evoca deleite interior, tiene una gran fuerza interior.
Amar lo negativo
Los psicólogos están convencidos de que hay neuróticos que necesitan sufrir. Este es un tipo de escenario del que es muy difícil salir. Cuando hay pocas razones para sentirse trastornado en la vida, estas personas comienzan a crear tales eventos por su cuenta, leen literatura deprimente, escuchan música triste. La autoestima también se ve afectada. Poco a poco, una persona comienza a sentirse parte de un mundo gris y aburrido en el que todo es malo, incluido él mismo.
Comparar constantemente
El hábito de compararse con otras personas es muy perjudicial. Siempre habrá quienes te rodean que sean más exitosos, guapos y ricos. En este contexto, surge la insatisfacción con uno mismo, el estado de ánimo se deteriora. Debes comprender que no puedes seguir el ritmo de todos. Una pequeña rivalidad entre amigos, los conocidos serán beneficiosos, te harán seguir adelante. Pero no se tome todo esto demasiado en serio y dolorosamente. Compararse constantemente con los demás no solo reduce la autoestima, sino que también lleva mucho tiempo. Y se puede gastar en cosas más útiles.
No salgas de casa sin preparación
Aparecer en el trabajo, en el teatro, en una fiesta amistosa significa trabajar en su apariencia. Pero si una persona se junta durante más de media hora solo para caminar hasta la tienda más cercana o tirar la basura, esta es una señal alarmante. Este comportamiento es un signo de autorrechazo, un deseo de ocultar defectos. Una persona realmente quiere complacer a los demás. Por eso, está listo para muchos sacrificios. Poco a poco se va formando una actitud errónea hacia uno mismo, un miedo a que nadie pueda aceptar su presente.
No creas en ti mismo
Las personas exitosas y autosuficientes siempre reciben los cumplidos con dignidad. El hábito de hablar negativamente de uno mismo o de darle un giro de 360 grados a todas las frases dignas de elogio mata la autoestima. La persona comienza a ser apreciada menos por quienes la rodean. Si la frase "qué bien te ves en la foto" se responde de la serie "sí no, es solo un buen ángulo" o "todo es photoshop", hay que cambiar algo urgentemente. El hábito de poner excusas, no creer en el atractivo y el éxito de uno, destruirá el respeto por uno mismo. Es aún peor ser constantemente autocrítico y decirle a los demás: "Me recuperé tanto" o "Nunca he sido hermosa". En este caso, una persona te hace creer en tus propios defectos, no solo en ti mismo, sino también en las personas cercanas a ti. La incertidumbre y el pesimismo también se pueden manifestar en el habla: "tal vez", "es poco probable que funcione", "tuve suerte, pero esto no volverá a suceder": estas son frases típicas del vocabulario de quienes no creen en ellos mismos. Es importante que estas frases aparezcan con regularidad y no se escapen de vez en cuando.
Toma asiento en la última fila
No todas las personas aman la atención. Algunas personas prefieren estar en las sombras. Mientras asiste a eventos públicos, algunas de las conferencias se sientan deliberadamente en las últimas filas para que nadie las toque, no pida opinión. Este hábito reduce gradualmente la ya baja autoestima. Por supuesto, puede seguir sentado en la "galería" y no entrar en discusiones, pero debe aprender a superar los obstáculos. La atención del público no debe evocar miedo y horror.