La capacidad de permanecer en silencio durante el tiempo es una virtud que pocas personas poseen. Mi lengua es mi enemiga. No en vano, en los viejos tiempos a la gente se le ocurrió tal dicho. Encontrar el equilibrio adecuado entre el silencio y la defensa de su opinión es una ciencia difícil.
¿Con qué frecuencia la mayoría de la gente se arrepiente de lo que dice? Cuánto dolor puede causar una palabra ofensiva, incluso veraz. Las carreras colapsan, las parejas se rompen por las palabras habladas en el calor del momento. Puedes disculparte tanto como quieras y tirarte de los pelos, pero las palabras no se pueden recuperar.
Es difícil, casi imposible controlarse constantemente. Pero hay una serie de situaciones en las que es necesario mantener la calma y evaluar sus palabras. Si se ve arrastrado a una situación de conflicto, debe darse cuenta de que, bajo la influencia del momento, puede decir demasiado. Bajo la influencia de un impulso momentáneo, las personas cuelgan etiquetas malvadas, recuerdan los puntos débiles de su oponente. Si se encuentra en una situación similar, deténgase. Tómate un descanso, ve a otra habitación, al baño. Puedes lavarte con agua o hacer té, tómate un tiempo. Esto te ayudará a tener una visión sobria de la pelea e incluso a ponerle fin.
A veces, cuando comience su próximo discurso, piense por qué lo necesita. ¿Cuál es tu objetivo? Tal vez solo esté de mal humor y esté tratando de arrojar negatividad sobre un ser querido. La clave para un matrimonio feliz es la capacidad de callarse a tiempo. Es mejor buscar otras formas de aliviar la irritación. Hay muchas formas: un baño caliente, deportes, una copa de vino, hay muchas opciones. Si estas situaciones ocurren con frecuencia, haga una lista de estos "antídotos" y utilícelos. Cuando llegue a casa de mal humor del trabajo, es mejor decírselo a sus seres queridos de inmediato y pedirles que lo dejen solo por un tiempo.
Sin embargo, el silencio constante raya en el aislamiento. También está plagado de suavidad e incapacidad para defenderse por sí mismo. Como muestra la vida, es necesario encontrar un término medio. Eres el amo de tu vida y debes poder controlarte a ti mismo.
La capacidad de manejar tus emociones vale mucho. A veces tienes que aprender esto toda tu vida. Si eres una persona demasiado emocional, tus enemigos pueden aprovechar esto. Muchas personas pueden jugar con el estado de ánimo de una persona, así que tenga cuidado y no se convierta en el objeto de esas personas. Todo lo que se necesita aquí es atención y un poco de práctica.