Para la mayoría del sexo justo, visitar el baño no es solo una tradición, sino un atributo de un estilo de vida saludable. El baño limpia el alma y el cuerpo, ayuda a relajarse, descansar, ganar fuerzas, al tiempo que dota a la persona de un mar de emociones positivas. Sin embargo, durante el embarazo, muchos obstetras y ginecólogos recomiendan encarecidamente que las mujeres que esperan un bebé abandonen los procedimientos de baño debido a la gran carga que soporta el cuerpo.
Como regla general, los médicos desconfían de visitar los establecimientos de baño por parte de mujeres en una posición interesante. Por supuesto, esto se ve facilitado por la presencia de algunas contraindicaciones que pueden dañar al feto. Estos incluyen la amenaza de aborto espontáneo, un aumento sistemático de la presión, desprendimiento de placenta. Es categóricamente imposible tomar procedimientos de baño en caso de enfermedades inflamatorias agudas en el contexto de fiebre, enfermedades oncológicas, epilepsia y enfermedad coronaria.
Además, la adopción de procedimientos calientes está categóricamente contraindicada en el primer trimestre del embarazo. El hecho es que este período es el más peligroso para una criatura recién nacida y, debido a la influencia de factores desfavorables en él, puede ocurrir el rechazo fetal y el desprendimiento de la placenta, lo que conduce a la interrupción del embarazo. Además, se debe tener en cuenta el hecho de que en el baño el corazón y los vasos sanguíneos experimentan una carga enorme, y durante el embarazo ya es muy difícil para el organismo. En consecuencia, si lo sobrecarga, al final puede fallar. Por lo tanto, no es apropiado experimentar con visitas a establecimientos de baño durante el embarazo.
Memo al visitar la casa de baños durante el embarazo
En primer lugar, debe consultar con su médico sobre la posibilidad de visitar la casa de baños durante el embarazo. Al ir a la casa de baños, es imperativo llevar un sombrero en la cabeza y chanclas de goma. Un tocado podrá proteger el cabello de los efectos nocivos de las altas temperaturas, y las chanclas protegerán del deslizamiento y de diversas enfermedades infecciosas de la piel. Además, no debe tomar un baño de vapor al final del embarazo debido al hecho de que debido a una fuerte caída de la presión existe el riesgo de desmayos y de parto prematuro.
Debe recordarse que la temperatura en la sala de vapor en ningún caso debe ser superior a 70 grados y debe permanecer en ella no más de 10 minutos. El incumplimiento de estas reglas puede provocar una caída brusca de la presión arterial, lo que conduce a un suministro de sangre insuficiente al feto y a un aborto espontáneo.
Mejora del cuerpo al visitar el baño
Se sabe que incluso en la antigüedad la gente cocinaba al vapor en el baño no solo para lavarse, sino también para recargarse de energía positiva. En ausencia de contraindicaciones, los procedimientos de baño facilitan en gran medida el curso del embarazo, luchan con éxito el edema, tienen un efecto beneficioso sobre el sistema circulatorio y respiratorio y sirven como una buena prevención de la hipoxia fetal y varios resfriados. El baño fortalece bien el sistema inmunológico, afecta la disminución de la probabilidad de desarrollar varices y mejora el estado general de la piel. Esto se debe al hecho de que las actividades de baño contribuyen a la apertura de los poros tan profundamente que conduce a una limpieza completa de la piel no solo de la suciedad, sino también de las sustancias tóxicas. Cabe destacar que una visita al baño mejora el sistema digestivo y reduce significativamente el estreñimiento, tiene un efecto positivo sobre el sistema nervioso, aumenta el apetito e incluso facilita el proceso de parto.