La palabra "dinámica" tiene raíces griegas antiguas y significa "fuerza", "poder". No es casualidad que Nobel llamara "dinamita" al explosivo inventado por él de enorme poder destructivo. Y ahora, cada vez más a menudo, puede escuchar una expresión como "persona dinámica".
¿Quién puede ser llamado una persona dinámica?
Cuando una persona escucha la frase “persona dinámica”, no estamos hablando de un héroe poderoso, y mucho menos de un sujeto poseído por una manía de destrucción. Esta definición tiene un significado completamente diferente.
Este término se interpreta de manera muy amplia. Por ejemplo, una persona no necesita tener músculos prominentes para ser llamada dinámica. Lo principal es que sea enérgico, proactivo, decisivo, "contundente". Una persona dinámica es aquella que puede determinar de forma rápida y clara qué es exactamente lo que se debe hacer y comenzar a completar la tarea. No es de los que vacilan larga y dolorosamente, temerosos de tomar una decisión. Una persona sabe lo que quiere y cómo lograrlo, es decir, tiene un plan.
Al mismo tiempo, no tiene miedo de asumir la responsabilidad si es necesario. Le gusta correr riesgos.
Además, una persona dinámica es una persona activa en todos los sentidos de la palabra. Constantemente quiere aprender algo nuevo, aprender algo, ampliar sus horizontes. La vida rutinaria y mesurada no es para él. Una persona dinámica no está satisfecha con el éxito alcanzado, se fija nuevas tareas, hitos y trata de conseguirlos.
Una persona tranquila también se puede llamar dinámica. ¿Levantarse del suelo si aparece un boleto en llamas? Para él, es fácil. ¿Ir a otra ciudad, a un concierto de tu vocalista o banda de rock favorita? Un par de tonterías. ¡Y es un placer ir de picnic en verano!
Una persona dinámica es optimista por naturaleza, no se desanima y no se rinde ante los problemas y dificultades. Carga con su energía, la movilidad de las personas que lo rodean. Una persona así casi siempre acudirá en ayuda de su ser querido.
Por lo tanto, las personas dinámicas suelen ser buenos líderes y organizadores.
¿Siempre es bueno ser una persona dinámica?
Sin embargo, el dinamismo no debe rayar en la frivolidad, el aventurerismo, la irresponsabilidad y causar molestias a otras personas. Por ejemplo, una persona tranquila vino a visitar a viejos conocidos. Parecería, ¿qué hay de malo en eso? Pero llegó sin previo aviso, frustrando así los planes de los propietarios. O arrastraba persistentemente a sus conocidos a un picnic, sin prestar atención a la previsión meteorológica desfavorable. Como resultado, la empresa se vio envuelta en una tormenta eléctrica, sufrió de miedo y se mojó por completo. No en vano dicen que todo está bien con moderación.