La vida familiar no siempre transcurre sin problemas; en ella se producen pequeñas disputas que se olvidan rápidamente y conflictos graves, cuya salida suele ser el divorcio. Los psicólogos aseguran que hay periodos de crisis familiares, cayendo condicionalmente en 1, 3, 5, 7 y 14 años de matrimonio. Estas crisis se apoderan de todas las parejas casadas y sólo depende de los propios cónyuges si pueden superarlas o no.
Primer año. Acaba de aparecer un matrimonio, tienen mucho que aprender y descubrir el uno en el otro. El primer año de matrimonio es el año de la molienda. Aquí es importante poder hacer concesiones de alguna manera por el bien de otro y estar listo para cambiar su forma de vida habitual. Solo la capacidad de encontrar un compromiso y la voluntad de aceptar a su pareja como una verdadera, y no intentar rehacerlo por usted mismo, será la clave para superar con éxito la crisis en el primer año de matrimonio.
Tercer año. Los principales conflictos surgen por la aparición de un niño, así como por nuevas inquietudes y metas. Toda la atención de la mujer se dirige al niño, que puede oprimir al hombre. También se espera que aumente los ingresos familiares. Puede haber una ruptura en la vida íntima. Todo esto y muchos pequeños problemas cotidianos conducen a un gran conflicto.
La salida de la crisis será la comunicación franca entre los cónyuges y los intentos de los padres de participar en la crianza conjunta de un hijo.
Quinto año. Durante este período, las mujeres suelen abandonar el decreto. La mayoría de los problemas están relacionados con su disposición y capacidad para combinar los roles de esposa, madre y mujer que ya trabaja. Para muchos, esto resulta ser un gran estrés y, si el esposo no brinda el apoyo adecuado, surge un conflicto familiar.
La solución será una mayor atención y apoyo del marido. La voluntad del cónyuge y otros familiares de brindar asistencia para el cuidado de los niños.
Séptimo año. El período en el que el matrimonio se vuelve aburrido y rutinario. Muchos comienzan a dudar de que sienten algo por su otra mitad. La monotonía incluso penetra en la vida íntima, por lo que a menudo ocurre el adulterio.
La renovación de su vida y la evitación de la rutina le salvarán el día.
Decimocuarto año. Después de tantos años de matrimonio, la gente se acostumbra por completo. Pero este período suele coincidir con una crisis de la mediana edad. Además, en este momento, los niños pueden entrar en una adolescencia de transición. Todo esto puede conducir a un gran conflicto familiar.
La salida será comprender la situación actual y buscar un compromiso. Lo principal aquí es recordar todas las cosas buenas que sucedieron durante los catorce años de matrimonio y el deseo de preservar lo que tenemos ahora.