Cuando hay varios hijos en una familia, surge el problema de la "propiedad". El más joven busca usar el juguete del mayor, pero el mayor no comprende lo que debe compartirse. No importa lo difícil que pueda ser para ustedes, padres, comprendan que tales disputas son útiles, por lo que no hay necesidad de temer esos momentos. Al elegir juguetes, los niños aprenden a compartir y llevarse bien. No hay absolutamente nada que temer, pero ¿qué se puede hacer para que los niños comprendan la ciencia de salir de esos conflictos?
El primer paso será reducir la probabilidad de disputas tanto como sea posible. Divida los juguetes con el niño mayor en dos categorías: juguetes que le sean queridos (1) y juguetes que pueda compartir (2). Haga que el niño mayor juegue con juguetes (1) fuera del campo visual del menor. Esconda juguetes que puedan romper o dañar a su bebé.
Cuando estalle una discusión, tranquilice a los niños y hable con el mayor. Explíquele que el bebé se siente atraído por sus juguetes por curiosidad, no por enojo. Dígale que compartir es realmente difícil, pero que ser codicioso tampoco es bueno, porque entonces nadie jugará con él en absoluto.
Trabaje con sus hijos para encontrar una variedad de métodos de resolución de problemas. Es importante que los propios niños encuentren una salida a esas situaciones de conflicto. Esta opción es posible: el más joven le quita la pelota al mayor, y el mayor le trae otra pelota y toma la suya.
Es importante enseñar al niño mayor a rechazar al bebé con calma, sin gritar, maldecir ni llorar.
Ambos niños deben tener la oportunidad accesible de jugar no solo entre ellos, sino también por separado. Una gran opción es que los niños pasen tiempo juntos pero que realicen actividades diferentes. Por ejemplo, mientras el niño mayor está jugando, lea un cuento de hadas al menor. La participación en el juego también es algo bueno.
