Desde una edad temprana, un niño debe saber que fumar es un hábito adictivo y malo. Y cuanto antes los padres empiecen a hablar con sus hijos sobre los peligros de fumar, más eficaz será.
Responsabilidad de los padres por los hijos
Los padres son responsables de sus hijos, de sus acciones. Confiar en el azar en la vida de un niño es un paso irresponsable. No puede permanecer inactivo y esperar si el niño fumará o no. El enfoque de crianza correcto puede afectar la actitud de un niño hacia los cigarrillos. Y ni un solo anuncio de productos de tabaco, la persuasión de los compañeros no despertará interés en los cigarrillos.
Entrevistas preventivas
A partir de los seis años, puede comenzar a discutir el tema del tabaquismo en casa, hablar sobre lo peligroso que es el tabaco y las consecuencias que puede tener el fumar. Los padres deben dejar en claro que no quieren que el niño fume. No es efectivo llevar a cabo tales medidas preventivas cuando uno de los padres fuma y el olor a tabaco en el apartamento está en el orden de las cosas. Papá o mamá no siempre están dispuestos a dejar la adicción, ni siquiera por el bien de su hijo. Debemos intentar fumar en secreto para que el niño no tome un mal ejemplo. Y lo mejor es salvarse por completo a usted y a sus seres queridos de la vista de los cigarrillos y de un olor desagradable.
Las conversaciones sobre los peligros del tabaquismo deben realizarse periódicamente hasta la mayoría de edad. Este período límite es fundamental en la vida humana. La mayoría de los malos hábitos comienzan en este momento. En la adolescencia, el niño aún no tiene su propia posición y opinión clara, fluctúa entre dos fuegos y está sujeto a sugestiones y malas influencias. Los padres no deben perderse ni pasar por alto el momento en que el niño se extravía. Aún puedes arreglarlo todo.
Educación en la escuela
Los padres deben conocer los programas de promoción de la salud y prevención del tabaquismo de la escuela. Si tales eventos son una rareza en una institución educativa, entonces debe hablar en una reunión de padres con una propuesta para aumentar la cantidad de horas para realizar conversaciones preventivas y capacitaciones con escolares.
Debe estar siempre interesado en los asuntos y pasatiempos del niño para mantenerse al tanto de los eventos y no perderse momentos importantes. Hay que saber a dónde va, con quién se comunica, cómo se comporta en un equipo, cómo descansa.
A una edad más consciente, el niño necesita que le digan lo poderosa que es la política de las empresas tabacaleras, que están listos para cualquier cosa en aras de las ganancias y las grandes ventas. Es especialmente importante enfatizar la idea de que uno no puede convertirse en un "engranaje" de voluntad débil en un enorme mecanismo lanzado contra una persona, por el bien de sus propios objetivos egoístas.
Para que un niño recuerde por el resto de su vida qué daño a la salud causa fumar, debe mostrar fotos de los pulmones de los fumadores y hablar sobre una enfermedad terrible: el cáncer de pulmón.