Su hijo apretó los dientes con fuerza y las lágrimas se deslizaron lentamente por sus mejillas. O le dio la vuelta al plato y tuvo una rabieta. ¿O tal vez mastica bien un trozo de chuleta durante 10 minutos y luego lo escupe en un plato? ¿Cómo alimentar al bebé y no convertir este proceso en una tortura para el niño y sus padres?
Instrucciones
Paso 1
Algunas personas prefieren actuar a la antigua: si tienen hambre, lo pedirán ellos mismos. Ésta no es la decisión correcta. No espere a que el niño declare que quiere comer. La alimentación irregular a una edad temprana puede provocar gastritis. Y el niño es una criatura adictiva y es capaz de ignorar la sensación de hambre.
Paso 2
No intente meter tanta comida en su hijo como sea posible. Es mejor si el niño come varias veces al día, pero en porciones pequeñas. Y trate de que su comida contenga más vitaminas y minerales.
Paso 3
Si al niño no le gustan los productos lácteos como el kéfir, el requesón, la leche, mézclelos con fruta o un poco de mermelada. Un batido endulzado con trozos de fruta puede despertar más interés que un simple vaso de leche.
Paso 4
La yema de pollo es buena para los niños pequeños, pero a menudo los niños se niegan a comerla. Frote la yema hervida a través de un colador o tritúrela con una cuchara en una papilla y agréguela a otro plato, gachas, por ejemplo, o puré de papas.
Paso 5
Asegúrese de colocar una taza de jugo o agua en la mesa durante las comidas para que el niño pueda beber los llamados alimentos sólidos.
Paso 6
Trate de que su hijo participe en la cocina. Será interesante para él probar lo que cocinó con sus propias manos.
Paso 7
Compre solo su vajilla personal para el niño. El plato colorido y brillante abre el apetito. Es bueno si hay una imagen divertida en la parte inferior del plato. A menudo, los niños comen papilla solo para abrir esta imagen.
Paso 8
Esté al aire libre con su hijo con más frecuencia, realice actividad física. ¡Durante tales paseos, el niño es maravilloso para abrir el apetito!
Paso 9
A la hora de resolver un problema, no el último lugar lo ocupa la variedad de su mesa. No limite la dieta de su hijo a un conjunto de los mismos alimentos. Trate de que sus platos se vean hermosos. Agregue un elemento lúdico a su dieta. Por ejemplo, coloque una ensalada en un bote de pepinos y use una brocheta para sujetarle una vela hecha de un trozo de queso. Quizás esto sea lo que mejorará el apetito de su hijo.