Muchos padres quieren que sus hijos comiencen a hablar lo antes posible. No debe perderse el período favorable temprano y ayudar al bebé con esto. Básicamente, depende de los padres cuándo y cómo habla el bebé. Considere las pautas que los adultos deben seguir para que el proceso de aprendizaje sea exitoso.
Para hablar, un niño necesita tener una cantidad suficiente de palabras en un vocabulario pasivo. ¿Qué significa? Desde el nacimiento, habla con el pequeño bulto durante mucho tiempo y de manera expresiva. Necesita escuchar tu voz y tu discurso. Muestre a su bebé diferentes objetos o imágenes brillantes y pronuncie claramente su nombre varias veces. Después de un tiempo, el bebé podrá reproducir sonidos similares, luego sílabas y luego palabras.
Cuando su hijo aprenda a tocar sonidos para usted, esto ya es una pequeña victoria. Luego puedes proceder a combinarlos, es decir, a crear sílabas. Que primero sean las palabras más simples, por ejemplo, "ma-ma", "pa-pa". Ciertamente, las palabras deben corresponder a las principales necesidades del niño. Poco a poco, el bebé comenzará a comprender la importancia del habla cuando interactúa con los demás. Muchos adultos cometen el error de "cecear" y distorsionar las palabras, llamando al coche, por ejemplo, "BBC", y al perro - "guau". Tenga en cuenta que el niño recordará estas palabras y las pronunciará de esta manera. Por lo tanto, debe pronunciar correctamente los nombres de todos los objetos.
El siguiente paso será enseñar al niño a expresar sus deseos, peticiones y acciones: "yo quiero", "bebo", "da", etc. Quizás al principio las palabras te resulten algo "torpes", pero lo principal es que entiendas la esencia. Cuanto más hable el niño, mejor. Y no exija hablar en oraciones, comience simple. Recuerde que primero debe aprender a pronunciar sustantivos simples (nombrar objetos), luego verbos (acciones) y luego adjetivos, números, etc. ¡Y además! Siempre que el bebé haya logrado dominar un nuevo sonido o sílaba, elógielo y regocíjese con él.
Por cierto, los científicos de Rusia han identificado la relación entre la motilidad de la mano y el habla. Déle a su bebé un ligero masaje en los dedos y recuerde hablar con él y sonreír. Cuando el niño crezca, dibuje, arme una pirámide, esculpe con plastilina, juegue con una pelota llena de baches, etc. Todas estas acciones estimularán el desarrollo del habla.