La capacidad de expresar coherentemente sus pensamientos distingue al Homo sapiens del resto del mundo animal. Los llamados "Mowgli" - niños criados por animales, nunca aprendieron a hablar y no se convirtieron en miembros de la sociedad.
Instrucciones
Paso 1
El niño tiene la primera experiencia de socialización, naturalmente, en la familia. A través de los sonidos de las canciones de cuna, el bebé se familiariza primero con su lengua materna. Es importante que los padres presten atención a esta etapa particular de desarrollo, ya que las habilidades básicas de una persona, incluido el habla, se establecen a la edad de hasta un año. Lo primero que debe hacer a esta edad es comunicarse constantemente con el niño. Cada acción debe ir acompañada de una conversación, y dejar que sea más un monólogo hasta cierto momento, pero el niño comienza a comprender las palabras de su lengua materna.
Paso 2
Lo segundo que hay que hacer a esta edad son los llamados "juegos de dedos". Masajear los dedos del bebé mientras juega no solo lo entretendrá, sino que también estimulará el desarrollo de los centros del habla. Es necesario prestar atención al desarrollo de las habilidades motoras finas durante todo el período de formación de las habilidades del habla. Después de que el bebé aprende a ocuparse por un corto tiempo, y esto puede ser ya a la edad de un año, es necesario darle juguetes de varios materiales para diversificar las sensaciones táctiles. A partir de los tres años, las habilidades motoras finas se pueden desarrollar con la ayuda del modelado de plastilina, la recopilación de rompecabezas simples y varios tipos de mosaicos.
Paso 3
Durante la infancia, si bien el niño aún no es capaz de percibir cuentos de cuentos complejos, es necesario que se le presenten rimas infantiles y rimas de recuento que le resulten comprensibles. A la edad de un año, las rimas de Agnia Barto se convertirán en una lectura ideal: hablan de cosas y situaciones que son comprensibles para el bebé. Es bueno acompañar la lectura de libros para niños con una visualización conjunta de imágenes; por supuesto, las ilustraciones deben ser brillantes y claras. La visualización de las imágenes va acompañada de una conversación: "¿y quién es?", "¿Cómo habla el gobio?", "¿Dónde está la cola del gobio?". A medida que un niño crece, el contenido de los libros se volverá más complicado, las ilustraciones ya no jugarán el papel más importante. A la edad de 3-4 años, ya puede pedirle al niño que vuelva a contar la historia que ha leído. Puede convertir el recuento en un juego: "leer" un libro a las muñecas.
Paso 4
El habla del niño debe desarrollarse en la vida cotidiana. Al limpiar, preparar la comida, mientras camina, el niño debe nombrar todos los objetos utilizados, demostrar cómo usar este o aquel objeto, acompañado de explicaciones. Al caminar, el niño ve muchas cosas nuevas. Al ver un pájaro, puede pedirle que recuerde un libro sobre un pájaro (si ha leído uno), puede pedirle que le cuente sobre el perro que se aproxima, que fantasee, por ejemplo, hacia dónde se dirige. Se debe discutir cualquier evento, animando al niño a componer historias por su cuenta.