Muchos padres permiten que sus hijos estropeen el papel tapiz en el apartamento, refiriéndose al período de edad y esperando que el niño no aprenda a rasgar el papel tapiz él mismo. Sin embargo, hasta que esto suceda, tendrá que volver a pegar el papel tapiz más de una vez para mantener la habitación ordenada.
Con la llegada de la oportunidad de ponerse de pie y acercarse al objeto de interés, el bebé extenderá la mano y rasgará el papel tapiz por curiosidad. Habiendo dominado esta habilidad, le encantará el sonido y las sensaciones táctiles, y seguramente querrá repetirla nuevamente. Si los padres no se dieron cuenta a tiempo y no explicaron que estaba mal, el niño rasgará el papel tapiz una y otra vez. Para los niños del segundo año de vida, el daño al papel tapiz es un proceso más consciente que despierta no solo la curiosidad, sino también el estudio del alcance de la permisibilidad. Hay niños que arrancan el papel tapiz por broma y daño. Por lo tanto, antes de elegir un método de destete, debe determinar las razones de este comportamiento. Dependiendo de esto, elija una advertencia más severa o instructiva.
Si al bebé le gusta rasgar el papel, la madre le deja rasgar el libro viejo. Pero esto da forma a su actitud futura hacia los libros. Los periódicos y revistas también están contraindicados para este tipo de bromas, porque los tintes contienen plomo venenoso, tanto más peligroso si un niño comienza a masticar este papel. Y el papel para la impresora es muy resistente, el bebé puede cortarse desagradablemente con él.
Cuando descubra por primera vez cómo su bebé está rasgando el papel tapiz, intente distraerlo y cambie a otra actividad. Además, el papel tapiz bien pegado no es fácil de arrancar de la pared. Pero si el papel tapiz no se mantiene bien, especialmente cerca del zócalo, esto es una provocación para las atrocidades por parte del bebé. Si un trozo de papel sin pegar sobresale del papel tapiz, debe sellarse inmediatamente con pegamento o cinta para que no haya la tentación de arrancarlo. Sería correcto encomendar esta tarea al propio niño: entréguele una barra de pegamento y enséñele cómo pegar un pedazo de papel tapiz en la pared. Se notó más de una vez que después de eso, el niño mismo corre tras el pegamento si encuentra otra pieza de papel tapiz. Para los niños mayores, el siguiente método es adecuado: explíquele al niño que si continúa estropeando el papel tapiz de su habitación, no lo cambiará por uno nuevo, pero en el suyo hará una hermosa reparación. En cualquier caso, es necesario ser firme en la resolución de este problema. Intente introducir un límite en la rotura del papel tapiz, permitiendo que se haga, por ejemplo, solo detrás del sofá. Este método debe usarse solo si realmente planea hacer reparaciones en esta habitación en el futuro.