Con el inicio de la alimentación complementaria, los padres tienen muchas preguntas sobre qué alimentar al bebé y a qué edad. A veces, las mamás y los papás dudan en darle a un niño puré de verduras y frutas.
Primera alimentación: cuando darle puré de verduras a tu bebé
Hace apenas unas décadas, los primeros alimentos complementarios con los que los pediatras recomendaban empezar no eran los vegetales. El conocimiento de los nuevos sabores comenzó con los jugos, que se administraron casi después del primer mes de vida. Hoy en día, el punto de vista de los médicos ha cambiado y se cree que la leche materna o las fórmulas adaptadas satisfacen plenamente todas las necesidades del organismo del bebé, lo que permite no sobrecargar su sistema digestivo con jugos concentrados. Por eso, ahora inician alimentos complementarios con verduras, frutas o cereales.
Los alimentos complementarios vegetales son recomendables para aquellos niños que no tienen problemas con el aumento de peso, ya que cuando faltan se añaden primero los cereales al menú. El puré de verduras no debe administrarse antes de que el niño cumpla los 4 meses de edad, y para los bebés que son amamantados, este período se puede posponer de manera segura a seis meses. Los primeros en elegir las verduras menos alergénicas, que incluyen calabacín y brócoli o coliflor.
No debe tomar literalmente todas las recomendaciones para la introducción de ciertas verduras, ya que solo su madre y el médico tratante, cuya opinión sobre la alimentación complementaria se basa en el conocimiento de las características de salud, pueden conocer mejor las necesidades del bebé.
Cuándo darle a su hijo puré de frutas
En principio, puede comenzar los alimentos complementarios con frutas. Las manzanas y las peras son excelentes para esto. Pero la dificultad radica en el hecho de que después del sabor dulce de estas frutas, no todos los niños están felices de comer calabacín o repollo neutro. En cuanto al momento de familiarización con las frutas, son similares a las reservadas para las verduras, es decir, antes de que el niño cumpla los 4 meses, puede tomarse su tiempo. Y, a diferencia de las verduras, las frutas se dan en cantidades mucho más pequeñas, por lo que es mucho más conveniente darlas no en forma pura, sino como una adición a otros platos, primero a los cereales y luego al requesón.
Para las frutas alergénicas como los cítricos o las bayas rojas, incluso se establecen fechas posteriores para su introducción en la dieta y no debe apresurarse con ellas hasta los seis meses, incluso si el niño no es propenso a las alergias.
Tienda o puré casero: ventajas y desventajas
Mucha gente cree que la calidad del puré de papas preparado por las manos de una madre amorosa no se puede comparar con el puré comprado en la tienda, porque nadie sabe qué hay realmente en los frascos y cuánto se siguen todas las tecnologías. Pero no es así. La producción de comida para bebés está muy controlada y si la comparas con la comida casera, esta última solo puede liderar si se elabora a partir de frutas cultivadas en su propio huerto y cocinadas en la época de su crecimiento. En invierno, incluso sus propias manzanas pierden la mayoría de sus propiedades, por lo que la ventaja está del lado de la producción en fábrica.