El hombrecito va a primer grado. Son unas vacaciones, pero unas vacaciones emocionantes. Los padres están preocupados por cómo el niño hará frente a las tareas, cómo establecerá relaciones con el maestro y los niños. ¿Cómo puede ayudar a su hijo a superar el estrés en primer grado?
Ahora el niño ha asumido la responsabilidad de su propio progreso. Ya no puede caminar, jugar, ver dibujos animados descuidadamente. Durante este período, es hora de acostumbrarse al régimen, poder planificar su día y comenzar a trabajar.
Para el niño, las lecciones no son nuevas, porque en forma de juegos, los padres y educadores ya se han comprometido con él. Sin embargo, ahora todo es diferente: ya no hay juegos y debes abordar las lecciones de manera reflexiva y responsable. El progreso del niño depende de la actitud hacia el aprendizaje. Entonces, ¿cómo pasar a una nueva etapa de forma menos dolorosa y positiva?
Enseñar al niño a ser independiente es necesario de antemano. Al llegar a la escuela, debe poder recoger su portafolio él mismo, sus cosas. Además, los padres pueden organizar juegos en la escuela y jugar algunas situaciones que puedan surgir. Entonces, si tal situación sucede en la escuela, el estudiante se comportará con moderación y confianza, porque ya ha estado en tal situación. Además, para que el niño se sienta cómodo en un lugar desconocido, puede poner un talismán o símbolo en su mochila.
Uno de los problemas importantes asociados con la psique del niño es la clase desconocida, formada por los hijos de otras personas. Si el niño no logra encajar en el equipo, entonces los padres deben hablar sobre este tema con el maestro. En este caso, el profesor prestará más atención a este alumno. No hay nada terrible en esto, muchos padres hacen tales solicitudes.
Para mantener al niño de un humor positivo cuando asiste a la escuela, mamá y papá pueden intentar contarle a los estudiantes historias de su infancia. Pueden decir cuánto se divirtieron allí, cuánto aprendieron y cómo les gustaría regresar. Estas historias ayudarán al estudiante a ver el nuevo lugar desde una perspectiva positiva.
El apoyo de los padres, su amor y cuidado es muy importante para un niño. Permítales hablar con el niño sobre la escuela tanto como sea posible, pregúntele cómo le fue en el día, qué aprendió, qué problemas enfrentó. Dichas conversaciones ayudarán a identificar situaciones en las que el estudiante puede no sentirse cómodo.
Es imperativo que su hijo aprenda a planificar su día. Al principio será algo difícil, los padres deben ayudarlo en esto, consultar con el niño, discutir la mejor manera de hacer un horario. En este modo, debe haber un lugar para estudiar, comer y descansar, incluido el sueño diurno.
Si el alumno tolera bien la carga, puede inscribirse en una sección o círculo. Una opción ideal para un niño activo sería una sección relacionada con el deporte. Ayudará a su bebé a deshacerse del exceso de energía, cambiar de ocupación y dormir profundamente por la noche.