Para el desarrollo armonioso de un niño, debe poder organizar adecuadamente su nutrición. Sin embargo, se debe tener cuidado para garantizar que el niño no aumente de peso en exceso como resultado, lo que interfiere incluso a una edad temprana.
Instrucciones
Paso 1
Vigile la bebida de su hijo. Varios jugos preparados, además de los productos especiales para niños pequeños, tienen un alto contenido calórico y sus beneficios para la salud son cuestionables. Es mejor reemplazar dicha bebida con agua corriente o té suave. Y si el niño solo quiere jugo, es mejor hacerlo recién exprimido y, si es necesario, diluirlo con agua sin agregar azúcar.
Paso 2
Establece una dieta clara. Es aconsejable que un niño que haya salido de la infancia coma de tres a cuatro veces al día a una hora estrictamente fija. Si es necesario, las comidas se pueden hacer más fraccionadas, pero para que no se conviertan en bocadillos. Si su hijo o hija tiene hambre entre comidas, es mejor pensar de antemano qué alimentos están permitidos. Por ejemplo, podría ser una manzana o una zanahoria, quizás una galleta baja en azúcar. Lo principal es que el refrigerio no incluye alimentos tan inútiles como papas fritas y otros refrigerios.
Paso 3
No obligue a su hijo a comer si no tiene apetito. Sin embargo, debe aprender que la próxima vez podrá comer solo a la hora establecida.
Paso 4
Elimina de tu dieta alimentos como los refrescos y las patatas fritas. Limite la ingesta de dulces, como las barras de chocolate. El helado puede ser la mejor solución: contiene menos calorías y también es del agrado de los niños. También es recomendable no llevar a tus hijos a varios restaurantes de comida rápida, y si no es posible lo contrario, elige del surtido lo que más o menos corresponda a una dieta saludable. Aprovecha que, al menos hasta la escuela primaria, puedes controlar completamente la dieta de tu hijo.
Paso 5
Revise la dieta de su familia. Reduzca su consumo de grasas. Por ejemplo, esto se puede hacer eliminando la mayonesa o reduciendo la cantidad de platos con ella. Intente usar otras salsas, para aderezar ensaladas, aceite vegetal, para hornear, varias salsas en una base de crema agria o harina. Tenga en cuenta que los hábitos alimenticios de la niñez suelen durar toda la vida. Al enseñarle a su hijo a comer alimentos saludables, le estará haciendo un gran servicio.