Los psicólogos han demostrado que cada persona pertenece a un determinado psicotipo que no cambia a lo largo de su vida. Habiendo estudiado los psicotipos básicos de las personas que lo rodean, puede establecer fácilmente una comunicación con ellos y evitar esquinas cerradas.
Variedad de clasificaciones
Hay muchas clasificaciones de psicotipos en psicología interpersonal. La clasificación desarrollada por Gustav Jung es muy popular. De acuerdo con él, las personas se dividen en introvertidos (orientados hacia adentro, evitan la comunicación) y extrovertidos (orientados hacia afuera, inclinados a comunicarse).
Y de acuerdo con la tipología de Heimans-Le Senne, las personas se dividen en ocho tipos, según su emocionalidad, impresionabilidad, actividad, etc. Hay tipos de personalidad nerviosos, sentimentales, muy activos, apasionados, amorfos (descuidados), apáticos, sanguíneos (sanguíneos) y flemáticos (flemáticos).
Una clasificación muy interesante fue propuesta por un científico ruso llamado V. M. Shepel. En su opinión, las personas se dividen en:
- colectivistas: trabajadores sociables que apoyan activamente las empresas públicas;
- individualistas - gravitando hacia la independencia y la responsabilidad personal;
- pretendientes: trabajadores con vanidad pronunciada, resentimiento, deseo de ser el centro de atención;
- imitadores - empleados que imitan los modales de otras personas y evitan complicaciones;
- pasivos: empleados de voluntad débil que no buscan mostrar iniciativa;
- aislados - trabajadores con un carácter desagradable.
División por temperamento
La división de las personalidades por temperamento en sanguíneas, coléricas, flemáticas y melancólicas tiene una importancia práctica.
Colérico es demasiado quisquilloso, apresurado, inquieto, severo, directo, terco, resentido e inolvidable. No sabe escuchar a otras personas, se arriesga de buena gana, no le gusta el trabajo rutinario. No será un buen jefe. Es mejor si su mano derecha es una persona flemática.
Una persona optimista tiene cualidades completamente diferentes. Le gusta emprender nuevos proyectos, pero rara vez los lleva a su conclusión lógica. Toma decisiones con facilidad y se adapta rápidamente a las condiciones ambientales cambiantes. Es fácil encontrar un lenguaje común con él. Sabe escuchar a los demás. Una persona optimista es un líder ideal.
A su vez, el flemático es de sangre fría y tranquilo. Es consistente en los negocios, paciente, indiferente a los elogios. No le resulta fácil entablar un diálogo, y el interlocutor despierta su interés en el caso de sacar algún beneficio de esta comunicación. Pero la persona flemática sabe trabajar perfectamente con documentos. No hay mejor candidato para el puesto de contador.
En contraste con los psicotipos considerados, al melancólico se le llama "un malentendido de la naturaleza". Es muy desconfiado, tímido, tímido, inseguro de sí mismo, pero tiene un sentido sutil del mundo que lo rodea. Este psicotipo a menudo domina entre las personas creativas.