Su feto necesita una nutrición racional y bien elegida. Y una nutrición adecuada durante el embarazo depende no solo del consumo de alimentos que contienen vitaminas, sino también de proteger al feto de alimentos potencialmente peligrosos. Un efecto secundario de ellos puede decir negativamente sobre el desarrollo del feto. Por lo tanto, debe prestar atención al tipo de alimentos que come.
1) Evite los alimentos que puedan contener microorganismos como Listeria y Salmonella. Hábitats frecuentes de estas bacterias patógenas: mariscos crudos, productos lácteos no pasteurizados, verduras y frutas sin lavar, huevos crudos, carne cruda. Durante el embarazo, el sistema inmunológico de su cuerpo se debilita y su feto es más vulnerable a los efectos de la intoxicación alimentaria o la infección por estas bacterias.
2) Deben excluirse los productos que contienen cafeína. Trate de beber menos café, té, bebidas energéticas o refrescos. Según el Centro para recién nacidos, si consume más de 200 miligramos de cafeína todos los días en su dieta, aumenta la probabilidad de aborto espontáneo. Reducir la ingesta de alimentos con cafeína tendrá un efecto positivo en su salud y en la fetal.
3) Trate de reducir la ingesta de pescado. Contiene elementos como el metilmercurio. Afecta negativamente al sistema nervioso del niño. Una cantidad particularmente grande de depósitos negativos se acumula en peces grandes, que almacenan elementos negativos durante años.
4) Los suplementos nutricionales son uno de los enemigos del cuerpo embarazada. La sacarina y el glutamato monosódico pueden atravesar la placenta directamente al feto. El glutamato monosódico tiene una propiedad terrible de dañar el cerebro de un niño, y la sacarina comienza a depositarse en la vejiga y puede provocar el desarrollo de cáncer. Las adiciones de diferentes colores también pueden desarrollar diferentes tipos de alergias en un niño.