Puede resultar difícil expresar sus emociones. Parece que lo entenderán mal, no se comunicarán, se ofenderán. Este seguimiento constante puede convertirse en malestar interno. ¿Cómo aprendes a expresar abiertamente tus sentimientos?
Instrucciones
Paso 1
Agradezca a los demás por todas las cosas buenas que hacen por usted. Un cumplido sincero y cordial trae alegría y mejora enormemente las relaciones. Acepta tus sentimientos como parte de ti mismo. Si un amigo elogia tu vestido, regocíjate por tu propio gusto. No temas admitir que mereces reconocimiento, siéntete orgulloso de ti mismo.
Paso 2
Mantente emocional. Mientras experimenta la situación, apoye las palabras con expresiones faciales, gestos y entonación. Pero aquí es importante no cruzar la frontera de las normas sociales. Descargue la atmósfera deprimente con una sonrisa, cambie de un tono elevado a un tono tranquilo. De lo contrario, un conflicto agudo, una pelea o un escándalo se convertirán en consecuencias desagradables para ambas partes.
Paso 3
Expresa tus deseos con mayor precisión, formulándolos en primera persona. No tenga miedo de llamar a los sentimientos por sus nombres propios. Enfatice que esto es lo que quiere, que está esperando una reacción específica. Siéntase libre de comunicar cómo vive cualquier evento que esté sucediendo y que lo emocione.
Paso 4
Analiza y prueba tus emociones. No transfiera los sentimientos experimentados a la personalidad del interlocutor. De lo contrario, la atención se centrará en sus rasgos imaginarios. Por ejemplo, si siente simpatía por el interlocutor, tiende a exagerar sus méritos. Y cuando siente enojo, corre el riesgo de ver el mundo entero bajo una luz negativa.
Paso 5
En una situación en la que es difícil encontrar las palabras, lo mejor es recurrir a la auto-ironía. Por ejemplo, cuando experimentas emociones negativas (molestia, envidia, ira), puedes reírte un poco de ti mismo. Al reducir su propia ambición, se protege de las inevitables decepciones.
Paso 6
Dile a la gente cómo tratarte, escucha tu punto de vista. Tienes derecho a ser tú mismo. Pero no es necesario patear a tu pareja o asfixiarlo de besos para que tu vida brille con nuevos colores y se vuelva mucho más emocionante e interesante.