Los primeros meses de vida de un bebé están llenos de descubrimientos. Todos los días el niño cambia: ayer solo miraba a su alrededor con una seriedad exagerada, y hoy ya está sonriendo y reconoce claramente a mamá y papá. Algunos cambios en el comportamiento y la condición del bebé pueden ser alarmantes para los padres si no conocen sus motivos. Uno de ellos puede ser el babeo intenso, que generalmente comienza en los bebés en el segundo o tercer mes de vida.
¿Por qué babea el bebé?
La primera razón de la salivación en los bebés es un aumento natural de la actividad secretora de las glándulas salivales. En los recién nacidos, no funcionan con toda su fuerza, la saliva en los niños muy pequeños es viscosa y se libera un poco.
Desde aproximadamente un mes y medio, las glándulas de la boca comienzan a funcionar de manera más intensa. El niño no tiene tiempo para tragar el abundante líquido, por lo que sale saliva. Pronto, el mecanismo de regulación de la salivación madura y el problema se resuelve por sí solo.
Un poco más tarde, los dientes del niño comienzan a cortarse. La erupción de los primeros dientes también se acompaña de un aumento de la salivación. Debido a la picazón en las encías, el niño se lleva constantemente bolígrafos y diversos objetos a la boca, lo que irrita aún más la mucosa oral y estimula la actividad de las glándulas salivales.
Por lo general, con la aparición del primer diente, la saliva se vuelve notablemente menor.
No se pueden ignorar las propiedades bactericidas de la saliva: dado que muchas bacterias de la piel de las manos, mordedores, sonajeros y otros objetos entran en la boca del niño, el cuerpo busca protegerse de los patógenos, literalmente lavándolos de la membrana mucosa.
Con mucha menos frecuencia, la salivación activa es una consecuencia de cualquier enfermedad; la mayoría de las veces es una alergia, una infección viral o un daño al sistema nervioso central. En tales casos, generalmente están presentes otros síntomas: secreción nasal con alergias e infecciones, reflejos deteriorados en enfermedades del sistema nervioso.
¿Qué hacer con el aumento de la salivación?
Dado que el bebé aún no puede cuidarse solo, los padres deberán controlar cuidadosamente el estado del niño y secarse regularmente la boca y la barbilla para que la saliva no irrite la piel.
Si, no obstante, aparecen enrojecimiento y descamación alrededor de los labios, los ungüentos y cremas con pantenol ayudarán a eliminarlos, aliviando la irritación y estimulando la regeneración de la piel.
La saliva puede gotear sobre la ropa, impregnando la tela. Para evitar la irritación debajo de la ropa debido a esto, es mejor colocar temporalmente "baberos" en los cuellos de los niños con un forro impermeable.
El niño puede ahogarse con la saliva en un sueño y toser debido a esto; esa tos no es un signo de una enfermedad y no es peligrosa para la salud. Si la tos continúa durante el día, acompañada de un aumento de temperatura, se debe mostrar al niño al pediatra para excluir la infección.
Si le están saliendo los dientes a un niño, masajee sus encías con un dedo envuelto con un vendaje estéril o aplique un gel especial sobre ellos; esto aliviará la picazón y el dolor, y reducirá la producción de saliva.