El pan y las gachas son nuestro alimento. Así dijeron nuestros antepasados que vivieron en Rusia durante el reinado de los zares. Y resulta que lo dijeron por una razón Cualquier papilla: trigo sarraceno, arroz, sémola, mijo, etc. es realmente muy útil. Contiene muchos nutrientes que necesita el cuerpo, especialmente los niños. Además, la papilla es la prevención de enfermedades gastrointestinales. El único problema que puede surgir en relación con la ingesta diaria de papilla son las protestas de los niños. ¿Cómo enseñar a un niño a papilla?
Instrucciones
Paso 1
No olvide la variedad. No les dé a los niños la misma papilla todos los días. Por ejemplo, que sea mijo hoy, avena mañana, gachas de arroz pasado mañana, etc. Trate de darle a su hijo la oportunidad de elegir el tipo de papilla, pero no la reemplace por otro plato.
Paso 2
Como regla general, apenas escuchando, por ejemplo, acerca de las gachas de avena, imaginamos algo fibroso, no muy bonito y dietético. No cree una imagen visual tan persistente de hercúleo y cualquier otra papilla en un niño. Que siempre se sirva maravillosamente en la mesa. Trate de evitar recetas que hagan que el plato sea saludable, pero no muy sabroso. Recuerde, ¡cualquier papilla siempre se puede cocinar deliciosamente! Así que prepáralo como si fuera el plato principal de la mesa festiva.
Paso 3
Además, no sirva papilla en la mesa al niño, y en este momento frente a sus ojos engullir por ambas mejillas, por ejemplo, chuletas de ternera hermosas y aromáticas u otro plato tentador. Por supuesto, un niño pequeño también querrá probar tu plato. Después de todo, no comprende que su ventrículo infantil simplemente no puede hacer frente a esa comida. Por lo tanto, coma papilla con su hijo. Por cierto, siempre será útil también para los adultos. Deja que la papilla entre en la dieta de todos los miembros de la familia, y no sea exclusivamente comida para bebés. Entonces será más fácil lidiar con los caprichos.
Paso 4
Y, finalmente, si el niño se niega categóricamente a comer papilla, de vez en cuando permita la sustitución de este plato por otra cosa, pero con la condición de que lo coma al día siguiente. De esta forma, podrá enseñarle al niño a papilla sin darse cuenta. Sin él, el niño ya no imaginará su dieta diaria. Lo principal es que la papilla se cuece riquísima y con mucho cariño.