Al final del verano, los mostradores de las tiendas se llenan con una variedad de frutas y bayas. Pero durante la lactancia, las madres deben observar estrictamente las restricciones dietéticas para que el niño no tenga una reacción alérgica. Sobre si es posible comer sandía durante la lactancia, los médicos dicen con confianza que es posible. Pero vale la pena conocer los beneficios y peligros de esta baya de verano antes de introducirla en la dieta. Además, vale la pena aprender a elegir una buena sandía para que la madre o el niño no se intoxiquen.
Beneficios de la sandía para la lactancia
Aunque esta jugosa baya tiene un color rojo brillante, rara vez causa una reacción alérgica en los niños. Muchas madres notan que agregar sandía a la dieta aumenta la cantidad de leche materna. Una mujer después de comer una sandía comienza a sentir sofocos en el pecho. Es importante saberlo tanto para las mujeres que sufren de falta de leche como para las mujeres propensas a la lactostasis.
Además, hay muchos minerales y vitaminas en la sandía, lo que sin duda es importante para una madre lactante. Las vitaminas más importantes incluyen calcio y magnesio, que ayudarán en la recuperación después del parto. El ácido ascórbico, que se encuentra en la pulpa de la sandía, ayuda a desarrollar un sistema inmunológico estable y también elimina los peligrosos nitratos del cuerpo. La sandía está cargada de hierro, que es muy beneficioso para las mujeres después del parto. Después de todo, la anemia es uno de los diagnósticos más frecuentes en las tarjetas de las madres jóvenes. Después de dar a luz, el cuerpo de una mujer sufre de hemoglobina baja y el hierro de la sandía puede ayudar a eliminar la anemia. Además, la sandía contiene ácido fólico, cuyos beneficios casi todas las mujeres embarazadas conocen. Además del ácido fólico, la sandía también contiene ácido pantenólico, que ayudará a garantizar un sueño saludable y profundo para el bebé y la madre.
Daño de la sandía durante la lactancia.
El temor de muchas madres jóvenes sobre la introducción de la sandía en la dieta está bastante justificado. Después de todo, esta fruta tiene el récord de la cantidad de nitratos que se pueden acumular en sí misma. En el suelo, los nitratos no son dañinos, pero su elevada cantidad en los alimentos puede provocar las siguientes consecuencias:
- Aumento de la formación de gas;
- Vómito;
- Indigestión;
- Envenenamiento.
Sin duda, para un proceso de digestión aún no completamente formado en un bebé, estos síntomas son bastante graves. Ante los primeros signos de intoxicación en un bebé, debe llamar inmediatamente a una ambulancia.
Hay ciertos grupos de niños para los que el uso de la sandía está completamente contraindicado:
- Si hay piedras o arena en los riñones;
- Si tiene malestar estomacal;
- Si se ha diagnosticado alguna enfermedad renal.
Para minimizar las posibles consecuencias, la sandía se puede introducir en la dieta de una madre lactante no antes de cuatro meses después del nacimiento del niño.
Lo mejor es comenzar la introducción de esta baya con una prueba de reacción alérgica. Para hacer esto, la madre necesita comer un pequeño trozo de sandía y controlar el estado del bebé durante dos días. Si el bebé no tiene erupciones en la piel, sus heces siguen siendo las mismas y el estómago no le molesta, entonces la madre puede agregar sandía a su dieta de manera segura.
Los matices de beber sandía durante la lactancia
Si una mujer decide introducir una sandía en su dieta, debe seguir ciertas reglas:
- Siempre debe abordar con cuidado la elección de una sandía (no la compre cerca de las carreteras, no corte una sandía fuera de la casa);
- Esta baya debe comprarse solo en temporada. Las frutas tempranas pueden estar rellenas de pesticidas y nitratos y pueden causar intoxicaciones graves no solo en la madre, sino también en el niño;
- Antes de usar la sandía, enjuague bien con agua corriente, preferiblemente con una esponja y detergente;
- Una madre lactante nunca debe comer sandía primero. Es mejor que alguien de la familia pruebe esta baya primero;
- No coma sandía después de una comida copiosa. De lo contrario, puede producirse un aumento de la formación de gases tanto en la madre como en el bebé.