Enseñar a los bebés a nadar tiene un efecto positivo en su cuerpo. La actividad física en el agua mejora la digestión, induce el apetito, fortalece los músculos y las articulaciones. Las habilidades de natación en los niños se conservan desde el momento en que nacen. Antes del nacimiento, el bebé nada en líquido amniótico en el útero, por lo que le resultará familiar permanecer en el agua hasta los 3-4 meses de edad.
Instrucciones
Paso 1
La natación debe iniciarse no antes de 2 semanas después del nacimiento del bebé, cuando el cordón umbilical cicatrice. Las clases deben llevarse a cabo con mayor precaución, ya que la cabeza de un niño recién nacido es pesada en relación con otras partes del cuerpo, entonces debe sostenerse por la barbilla para que el bebé no tome agua en la boca.
Paso 2
Durante las primeras lecciones, debe sumergir al niño en el agua de espaldas, comenzando por las piernas y conducir lentamente a través del agua en diferentes direcciones. Entonces puedes intentar nadar boca abajo. A partir de un mes, puede comenzar a contener la respiración, sumergiendo la cabeza del niño en agua hasta el nivel de la nariz durante 5-8 segundos y también aumentando el tiempo que pasa en el agua, pero no más de 5 minutos.
Paso 3
La temperatura del agua se puede bajar con cada lección de natación, gradualmente de 37 a 31 grados (0.4 grados cada mes). Cuando el bebé cumpla 1 año, puede bajar la temperatura del agua en 1 grado cada mes.
Paso 4
La natación independiente en la piscina debe enseñarse a partir de los 2 meses, mientras que el niño debe poder remar con las manos y dominar la habilidad de contener la respiración. Para que las habilidades de natación adquiridas no sean en vano, las clases en el agua deben ser al menos 4 veces por semana, y en la piscina, 2 veces por semana.
Paso 5
Es necesario nadar con el niño, centrándose en su estado de ánimo y comportamiento. Las actividades en el agua deben ser divertidas y agradables para el bebé. Al realizar clases con un niño, no estará de más comunicarse con él, decirle cómo moverse y explicarle que está nadando. Si enseñas a un niño a nadar desde la infancia, crecerá sano y el cuerpo resistirá muchas enfermedades. La natación también contribuye al desarrollo del pensamiento y la orientación en el bebé.